Hoy 7 de Enero de 2010 se estrena en Barcelona The Black Rider, de Tom Waits, Robert Wilson y William S. Burroughs, dirigido por Víctor Alvaro, con la traducción de Lluís-Anton Baulenas.
La obra cuenta la historia de Wilhelm, al que da vida Óscar Martínez, un inocente aspirante a oficinista, que está enamorado de Katchen, interpretada por Bealia Guerra, la hija del guarda forestal Bertram, al que da vida Frank Capdet, y que está casado con Anne, interpretada por Muntsa Rius. A Katchen también la corteja el cazador Robert, al que da vida Ferrán Frauca. Con la esperanza de que Wilhelm tenga alguna oportunidad de ganar, Katchen propone celebrar un concurso de puntería para determinar el mejor cazador. El ganador se casará con ella y Wilhelm recibe la ayuda de Pegleg (Jordi Vidal), una personificación siniestra y maquinadora de Satanás. El espectáculo cuenta con la participación especial de Xavier Ribera-Vall.
La puesta en escena y escenografía corren a cargo del propio director del montaje, Víctor Alvaro, que ha trabajo junto a los directores adjuntos Elsa Àlvaro, Bealia Guerra y Pau Baiges. "Le he dado muchas vueltas al montaje hasta llegar a la idea clave que surgió de una sencilla acotación del texto que habla de una "black box", una especie de ataúd del que salen todos los personajes, y eso lo he convertido en una cabina donde están metidos todos los actores, e incluso los músicos," explica Víctor Alvaro. "Es como si fuese un ascensor que viene del infierno."
Descrito como "siniestramente divertido", el montaje recuerda a Tim Burton y al padre artístico de éste, Edward Gorey. "Tiene mucho de cabaret y de circo, que son géneros con los que he estado flirteando durante muchos años, y ahora con este musical, tanto por su texto como por su música , he tenido la oportunidad de hacer algo con un aire de cabaret siniestro," indica Alvaro. Entre las fuentes de inspiración de este montaje también están el expresionismo alemán, y el mundo de los payasos, algo que se nota especialmente en el maquillaje.
Con The Black Rider el Almeria Teatre (64, Calle Sant Lluís, Barcelona) recupera el espacio del antiguo Teatro de la Casa de Almería, fundado en 1960 y que, a principios de los años 70, se convirtió en uno de los primeros bingos de Barcelona. "Es una apuesta que nos apetecía mucho, que encaja muy bien en nuestra idea del tipo de programación que queremos para el teatro: espectáculos de pequeño y mediano formato, ya que no es muy grande, aunque permite hacer cosas muy cuidadas y muy cercanas al público, sin perder de vista su sentido comercial," afirma el director del espectáculo, también director del espacio escénico Almeria Teatre y de su compañía Gataro. "Queremos que la gente venga y disfrute. Nuestras pretensiones, más que artísticas, son de comunicación entre la historia que quieres explicar y el receptor, que son los espectadores."
Según nos cuenta la actriz Muntsa Rius, que interpreta a Anne en el montaje, "la propuesta es arriesgada, pero la gente se queda muy sorprendida gratamente. Es un musical extravagante, como su creador, pero el argumento es un clásico y el conjunto es muy contrastado y mágico. Hay que venir para saborear de qué se trata, porque no se parece a nada de lo que se haya hecho hasta ahora." Muntsa Rius, que fue Tanya en la producción del BTM de Mamma Mia!, afirma que es un musical menos comercial que otros, pero que cuenta con una gran riqueza de voces, de contrastes y sorpresas, y del que el público sale muy satisfecho. "Además aquí no estamos amplificados, cantamos sin micros, y la acústica es más próxima a la opereta, con la orquesta detrás. Esto ha sido una novedad también, se nos valora de otra manera, y te sientes más creativo."
El nuevo espacio escénico, ubicado en el barrio de Gracia, presenta una programación fringe que, siguiendo la línea de experiencias similares en otras ciudades extranjeras, se caracteriza por obras de calidad, fuera del circuito de los grandes teatros, sin renunciar al sentido comercial, es decir, que sean atractivas a los espectadores. "Los shows fringe (al margen) son un tipo de espectáculos que no están condicionados por las modas, ni tampoco se contraponen a nada, se expresan por ellos mismos, según sus propios requisitos y exigencias. Lo que pretenden es sumar," aclara el director del teatro. "Intentamos que arte y diversión vayan de la mano. Pensamos mucho en los espectadores, en que se lo pasen bien. Evidentemente no son espectáculos para todos los gustos, pero siempre consideramos al público parte del proceso teatral. A veces, sobre todo en Barcelona, lo que ocurre con las salas alternativas es que se distancian un poco del espectador, primando más la figura del autor. Yo veo ambos puntos de vista, ya que soy autor, pero también me gusta pasarlo bien como espectador, y tener la sensación de que piensan en mí cuando voy a ver un montaje."
Acerca de los espectáculos alternativos Muntsa Rius comenta que es una buena manera de diversificar. "Tenía pendiente hacer algo de este tipo en salas alternativas, porque no me pierdo ni un montaje de texto o musical de los que se hacen en recintos así." De hecho, la actriz prepara con dos compañeras un show de creación propia para la próxima temporada.
The Black Rider compartirá cartelera desde el próximo 10 de Enero con otro espectáculo musical, From London To Barcelona, un recital donde Maria y Marta Torras recorren las canciones de los mejores musicales, y en donde Víctor Alvaro también ha colaborado en los arreglos de la puesta en escena. "No sé distinguir mucho entre géneros, eso se puede comprobar en la trayectoria de Gataro, ya que hemos hecho todo tipo de cosas, pero en casi todos nuestros espectáculo siempre hay música y algo de baile. Tal y como yo lo entiendo, todo lo que pasa encima de un escenario acaba siendo lo mismo, aunque en ocasiones te sirve mejor para expresarte la danza, y en otras el canto."
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