El Teatro Nuevo Apolo se convertía en el Bronx para subir el telón en 1997
Un 18 de diciembre de 1997, el Teatro Nuevo Apolo de Madrid se convertía en el Bronk neyorkino para coger a dos bandas rivales: los sharks y los jets quienes estaban enzarzados en una eterna lucha por el territorio.
WEST SIDE STORY, uno de los musicales más reconocidos y premiados a nivel mundial, aterrizaba en Madrid tras su paso el año anterior por Barcelona al son de la música de Leonard Berristein.
Esta producción estaba dirigida por Ricard Reguant junto al coreógrafo Barry McNabb, encargado de recrear los movimientos ideados por Jerome Robbins. Miguel Ortega, el director musical del montaje, comentaba en el estreno que WEST SIDE STORY es "una de las obras maestras de este siglo".
El elenco estaba compuesto por Lorenzo Moncloa como Tony, Alba Quezada en el papel Maria, Marta Ribera interpretando a Anita, Víctor Ullate Roche como Bernardo, Fedor de Pablos en el papel Riff, Enric Casamitjana como Doc y Glad Hand, Pep Torrents como Schrank y Miguel Ángel Mateu interpretando a Krupke.
Marta Ribera recuerda esta producción como sus inicios, a pesar de ya haber llevado a cabo musicales de manera profesional, además de "algo mágico que me cayó del cielo". Sobre interpretas a Anita, el personaje que popularizó Rita Moreno en la versión cinematográfica, Ribera afirma que "yo tenía la posibilidad de trabajar muchos registros, desde el más cómico al más dramático", además destaca el momento final de la obra, en la que Anita veía el monólogo de María descolgada en la escalera, "era un momento muy emotivo, y yo lloraba todos los días".
Ricard Reguant destaca el estreno en Madrid como un momento histórico ya que "fue el momento en donde, por fin, la gente podía escoger musicales en teatro". Además, recuerda los cambios que llevó a cabo con respecto a las producciones teatrales de WEST SIDE STORY anteriores, por ejemplo "el número musical "América", normalmente, lo representan solo mujeres, yo lo hice como en la película, con hombres y mujeres", además de cambiar el orden de las canciones para que siguiesen el modelo de la versión cinematográfica. Sobre la respuesta que tuvo el musical, Reguant comenta que fue "tan animada y calurosa" que propició su permanencia en cartel, que recuerda como "una locura en aquel momento".
Tras una temporada en Madrid, otra en Barcelona y dos giras nacionales, WEST SIDE STORY bajaba el telón en España y no lo volvería a subir hasta 2018, de la mano de SOMProduce y bajo la dirección de Federico Barrios.
WEST SIDE STORY escenifica una versión moderna del clásico de Shakespeare ROMEO Y JULIETA, en la que María pertenece a la banda portorriqueña de los sharks y Tony a la norteamericana de los jets. Los jóvenes intentarán saltar todas las adversidades para poder continuar con su amor, con la desaprobación de todo su entorno.
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