El musical de Bob Fosse llegaba a la capital 25 años después de que subiese el telón en Broadway
Un 16 de febrero de 1999, Madrid acogía por primera vez en la historia a las presas más famosas del teatro musical. Con Ricard Reguant como director de la cárcel de mujeres de Chicago, el musical homónimo se estrenaba en el Teatro Nuevo Apolo.
El elenco de CHICAGO estaba compuesto por Ángels Gonyalons como Velma Kelly, Mar Regueras como Roxy Hart, Juan Carlos Martín como Amos, Joan Crosas como Billy Flynn, Lia Uya como Mama Morton, Lorenzo Moncloa como Mary Sunshine, Tommy Álvarez como Fogarty y Fedor de Pablos como Fred Caseley.
Enrique Cornejo, encargado de la producción, se mostraba orgulloso de contar con el coreógrafo Barry McNabb, responsable de montajes como el de GREASE u OLIVER!. La escenografía y el vestuario, por su parte, corrían por cargo de Pere Francesch.
En la fecha del estreno, Reguant comentaba que, pese a la comodidad que suponía adaptarse a la versión de Reiking, optaron por presentar unos personajes definidos ya que, en aquel momento, los musicales en España no tenían arraigo y CHICAGO no se conocía. Esto no impedía al director definir el espectáculo como "auténtico y puro jazz y el texto va más allá de lo anecdótico, no es una excusa, profundiza mucho en una historia de hondas raíces sociales, de manera farsesca, pero contundente..., de ahí el problema que tuvo en su época".
Y es que, cuando se estrenó en Estados Unidos, la sociedad puritana no acogió con cariño las historias de estas mujeres que se habían tomado la justicia por la mano con respecto a los hombres. Además, el hecho de que estuviese basado en la historia de la última mujer condenada a la horca en Chicago tampoco fue bien recibido.
Aunque esta producción de CHICAGO fue la primera en verse en Madrid, Barcelona ya había tenido su propia versión gracias a Coco Comín en 1997.
Tras dos temporadas en Madrid, el musical se embarcó en una gira por la geografía española donde destaca su estancia en el Teatre Tívoli de Barcelona.
10 años después de su estreno, en 2009, CHICAGO volvía a Madrid, en esta ocasión protagonizado por Natalia Millán interpretando a Velma Kelly, Marcela Paoli a Roxie Hart y Manuel Bandera dando vida a Billy Flynn. Junto a ellos, Fedor de Pablos regresaba, esta vez, como Amos Hart y Linda Mirabal como Mama Morton.
De nuevo, el musical gozó de un gran éxito en la capital y movilizó las celdas para visitar los teatros del resto de ciudades españolas.
CHICAGO escenifica la historia de Roxy Hart, una ilusa joven que, en un ataque de rabia contra su amante, termina matándolo. Roxy es llevada a la cárcel de mujeres de la ciudad donde conocerá a Velma Kelly, una artista de cabaret que no solo fue una estrella sobre los escenarios, sino también en las celdas. Hart tendrá que aprender y competir contra Kelly por la atención del abogado Billy Flynn para poder evitar la condena a muerte en la horca.
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