El proyecto de construir un gran teatro en la estación de Príncipe Pío de Madrid, abandonado durante años, será retomado de nuevo. El Consejo de Administración de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) ha aprobado en su última reunión la adjudicación del concurso convocado para el arrendamiento del edificio histórico de cabecera de la estación, a una agrupación de tres empresas que propone un uso de teatro-espectáculo, con restauración y academia de artistas.
La oferta ganadora del concurso ha sido la presentada por la agrupación de empresas integrada por Global Health Consulting, You Show y Wonderland Capital, bajo el liderazgo del productor Luis Álvarez.
El contrato, por un periodo de cincuenta años, incluye el arrendamiento de 6.046 m2 del edificio cabecera y de 3.429 m2 en los espacios libres anexos, situados junto al Centro Comercial Príncipe Pío.
Una de las obligaciones fundamentales del adjudicatario es la de proceder a la necesaria restauración y rehabilitación integral de edificio, que se encuentra deteriorado tras un largo periodo sin uso. Estos trabajos, con especial atención a las fachadas y las cubiertas, supondrán una inversión de al menos 7 millones de euros.
El inmueble, que se encuentra protegido urbanísticamente, data de principios del siglo XX, si bien el complejo de la estación proviene de finales del siglo XIX. Su uso urbanístico actual es de "terciario recreativo espectáculos".
El edificio es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura ferroviaria de España, situado en el Madrid histórico y turístico y rodeado de zonas verdes. Las comunicaciones son inmejorables, con una amplia oferta de transporte público mediante el intercambiador de Príncipe Pío (tren de Cercanías, Metro y autobuses interurbanos y urbanos).
En el año 2004, con la implantación del Centro Comercial Príncipe Pío, se rehabilitó una buena parte del conjunto de la estación, quedando pendiente el edificio histórico de cabecera, en el que tan solo se han desarrollado actividades puntuales.
Con esta iniciativa se pretende, además de la restauración y rentabilización del edificio, fomentar la colaboración público-privada, generando actividad económica y cultural. Esta operación contribuirá a la regeneración de la zona, recuperando para Madrid un edificio histórico que llevaba más de dos décadas sin actividad.
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