Este fin de semana, el dramaturgo David Montero presenta en la Sala La Lechera, EL TIEMPO DEL HIJO, el final de su trilogía.
La Feria Iberoamericana de Teatro de Cádiz se prepara durante los días 12 y 13 de octubre, para acoger la presentación de EL TIEMPO DEL HIJO, una obra del dramaturgo David Montero que promete conquistar al público con una profunda reflexión sobre los lazos que nos unen, el paso del tiempo o el duelo. Esta pieza, que combina poesía y teatralidad, invita a los espectadores a sumergirse en un viaje emocional cargado de sensibilidad, donde la vida y los recuerdos se mezclan en un relato íntimo.
Broadway World: EL TIEMPO DEL HIJO es el final de una trilogía que comenzó con SI YO FUERA MADRE y siguió con EX, EL FINAL DEL SIMULACRO. ¿Cómo fue el proceso de creación de la obra?
David Montero: El hecho de que se convirtiese en una trilogía no fue una cosa que estaba decidida al principio. Cuando hicimos SI YO FUERA MADRE, que fue un proyecto que hice con La Rara y ya cuando propuse EX, me di cuenta de que estaba siguiendo una línea que tenía que ver con partir de elementos autobiográficos y a partir de ahí generar obras de teatro que, desde mi punto de vista, señalaban temas que, social y políticamente, tenían cierto interés. Fue con EX cuando me di cuenta de que había como una serie y decidí terminarla con EL TIEMPO DEL HIJO porque justo cuando estaba estrenando la obra anterior, fue cuando murió mi madre. Meses más tarde del estreno de EX, fue cuando decidí embarcarme en una tercera pieza que culminara la trilogía y que hablara a partir de esa experiencia mía con la muerte de mi madre.
Broadway World: En el tiempo del hijo hablas del proceso de la enfermedad de tu madre, del sentimiento de soledad, del duelo. Entonces, ¿cómo afronta un hijo esta situación?
Mi madre murió en febrero del 2022 y yo empecé con los primeros acercamientos de EL TIEMPO DEL HIJO a finales de ese año y todavía lo tenía un poco reciente. Si el hecho de perder a un padre o a una madre es difícil, el alzhéimer aumenta el sufrimiento porque te vas despidiendo de la persona que tú conocías, aunque la persona no haya desaparecido físicamente. Ese era uno de los elementos que quería trabajar y he investigado más en la pieza. Por otro lado, otro tema importante, es el luto, el duelo, y leí y pensé mucho sobre cómo afrontamos la muerte en la sociedad actual y cómo de alguna manera, todos los rituales colectivos que había antes respecto a la muerte han ido desapareciendo y hay una cierta sensación -o por lo menos es lo que yo pienso-, de que la muerte se ha convertido en un trámite administrativo y no hay espacio para todos los sentimientos que provoca a la gente que sigue viva. Me parece importante trabajar sobre eso y de alguna manera, la obra se ofrece como un ritual de despedida, como en un intento de ritual colectivo inventado por mi para hacer esa despedida de mi madre.
Broadway World: Ya habías hablado anteriormente de otros hechos autobiográficos, pero ¿te ha costado esta más por el hecho de hablar de un tema tan delicado como el alzhéimer?
Cuando voy decidiendo trabajar con elementos autobiográficos, siempre tengo la sensación de que ya los tengo controlados. Tanto en SI YO FUERA MADRE como en EX, sí que había una distancia temporal en la que podía hablar de esas cosas con menos implicación emocional. Con EL TIEMPO DEL HIJO ha sido más difícil. Cuando se acercaba el estreno, sí que hubo un momento en el que me di cuenta de que esa pieza me removía y una de las preocupaciones en los últimos días era que la emoción no se me desbocara porque es algo que me removió mucho.
Broadway World: Durante la obra te abres completamente al público que me imagino que es una carga emocional fuerte. ¿Cómo te sientes durante la obra y cómo terminas las funciones?
En los últimos dos o tres ensayos antes de enseñarlo al público, comprobé que esa emoción aparecía, pero no se me desbordaba. La experiencia más bonita que he tenido con la obra es que, después de la función, es muy habitual que venga gente del público a contarme su experiencia al respecto. Es una de las cosas que me interesaban de la obra, el abrir el dolor y todas las dificultades de la enfermedad del alzhéimer y de la muerte de un familiar vinculado a esa enfermedad, se vive muy en lo privado y estoy muy contento con que, de alguna manera, la obra esté dando pie a que otra gente comparta conmigo lo que le ocurre y sientan que no están tan solos. Me parece que es una manera de atenuar el dolor que acarrea esa enfermedad.
Broadway World: Llevas ya un tiempo girando por toda la geografía española. ¿Cómo está siendo el proceso de distribución?
Desde el principio ha ido funcionando bastante bien. Respecto a espectáculos anteriores, creo que hemos dado un salto y que estamos girando más a nivel nacional. El trabajo de distribución es un trabajo de paciencia, las promociones de los teatros se hacen con mucho tiempo de antelación, pero este año hemos tenido un número de funciones que a mí me deja bastante satisfecho.
Broadway World: Presentas este fin de semana la obra en la Feria Iberoamericana de Teatro de Cádiz. ¿Qué supone para ti actuar en un lugar así?
He sido mucho tiempo público del Festival Iberoamericano de Cádiz. Ha sido un lugar al que he ido mucho a nutrirme como espectador y como creador. Hay como un cierto vértigo, -también placer y satisfacción-, en estar proponiendo un proyecto propio en Cádiz. Vamos a la Sala La Lechera, que es una sala que he frecuentado mucho, y me parece una sala muy bonita porque aporta intimidad con el público. La verdad que tengo muchas ganas de las dos funciones de EL TIEMPO DEL HIJO.
Broadway World: ¿Qué pretendes conseguir con EL TIEMPO DEL HIJO?
Que se abran espacios para compartir las experiencias. Una de las cosas que más pensaba durante la enfermedad de mi madre es que hay un dolor que es inevitable porque la enfermedad de un ser querido lo implica, pero hay muchas cosas que si hubiese sabido antes que iban a pasar y con lo que me iba a enfrentar, hay un dolor que podría haber evitado. Compartir eso y que pueda ayudarle a otra gente a compartir y evitar su dolor y abrir esos espacios me parece importante. Y después, como en las otras dos piezas de la trilogía, al final es una cosa muy personal que me ha ocurrido, pero también está hablando de otros asuntos que también son importantes a nivel social y político. Y estamos viviendo un momento en el que, con el envejecimiento de la población y la crisis del Estado del Bienestar, hay problemas sociales graves porque la gente no tiene recursos para cuidar adecuadamente a sus mayores. Mi intención es señalar ese problema y que nos hagamos preguntas juntos una vez que ha terminado la obra sobre qué podemos hacer a partir de ese problema.
Broadway World: Después de EL TIEMPO DEL HIJO, ¿quieres seguir por esta misma línea o hacer algo totalmente diferente?
Creo que algo totalmente diferente. Después de haber tratado en EL TIEMPO DEL HIJO la muerte desde un punto de vista autobiográfico, siento que he contado lo que tenía que contar. Estoy empezando a plantearme el proyecto nuevo, pero no me gusta producir todos los años porque son muchos recursos y es mucho esfuerzo y también porque creo que hay que darle tiempo a las ideas y a los proyectos para que se vayan desarrollando naturalmente. Sí que estoy dando los primeros pasos del siguiente proyecto y en principio tiene una línea de trabajo diferente. Creo que no estará lo autobiográfico tan presente. No porque no me guste o porque no me sirva sino porque son etapas que van cambiando e igual que en cierto momento me pareció que era la mejor manera de contar lo que quería contar, ahora siento que se abre una etapa nueva porque EL TIEMPO DEL HIJO ha sido el final de algo en muchos sentidos.
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