La directora y coreógrafa del conocido espectáculo repasa su trabajo en esta producción y nos comenta acerca de su siguiente musical.
El Teatre Apolo de Barcelona acoge desde el pasado 8 de octubre la nueva producción de FAMA EL MUSICAL, dirigido y coreografiado por Coco Comín, que este año ha cumplido 50 años al frente de su Escuela de Artes Escénicas en la Ciudad Condal, todo un referente en la formación de nuevos artistas. A partir del 4 de marzo, además, FAMA llegará al Teatro EDP Gran Vía de Madrid.
Nos hemos sentado a hablar con ella sobre este musical y sobre sus próximos proyectos.
BroadwayWorld Spain: ¿Cómo está siendo la reacción del público con FAMA?
Coco Comín: Muy bonita. FAMA es nostalgia pura. Muchos lo vivieron en primera persona de jóvenes, y ahora les hemos devuelto a su juventud. Se emocionan mucho, los que van con sus hijos pequeños les avanzan lo que va a pasar, es un musical de mediano formato pero tiene el encanto del recuerdo y sobre todo de la actuación e interpretación de los chicos. Es un teatro artesanal. Estamos muy contentos de volver a hacerlo.
BWW: ¿Cuál crees que es el ingrediente que tiene FAMA para que funcione cada vez que vuelve?
CC: Creo que es que los problemas de la juventud siempre van a ser los mismos, la vulnerabilidad que tienes, tus amores secretos, el querer buscar tu propio camino, distanciarte de la generación de tus padres... son temas que siempre están vigentes. ¡Y esa estética! Ponerte los calentadores y subirte a un coche... ¿Quién no quiere hacerlo? Y por supuesto, la música, el ingrediente que hace que el show sea completo. Si bien no todas las canciones son igual de populares, el tema 'Fame' levanta a un muerto, y como es la forma de terminar el show, la gente se va con buen sabor de boca.
BWW: ¿Qué opinas de esta generación de estudiantes que habéis escogido de entre los 900 que se presentaron?
CC: Son completamente admirables. Hace 20 años, cuando montabas un musical los artistas tenían muchas carencias. Algunos te servían como cantantes, otros como actores y otros como bailarines. Ahora mismo pueden hacer absolutamente todo lo que les pidas sobre el escenario. Esta vez los chicos, aparte de todo, tocan instrumentos y el cuerpo de baile pueden pasar de ser bailarines a ser protagonistas en su rol de cover. Esto es un lujo porque siempre puedes hacer cambios cuando todo va mal y surgen imprevistos.
BWW: Eso es genial, porque todos esos 33 artistas tienen que tener suficiente versatilidad para cubrir tantos roles.
CC: Justo el otro día nos pasó que tras la primera escena, nada más terminar, un actor se encontró mal, y le cambiamos por otro actor que estaba en el elenco. Queda claro que estos chicos sirven para un roto y para un descosido.
BWW: Los swings, covers y standby siempre alerta.
CC: Si, son heroicos. Cada día los swings están en posiciones diferentes, los covers lo tienen más sencillo, pero tienes que confiar en los swings mucho porque en muchos casos actúan más que los propios titulares.
BWW: Llevas ya 50 años en el musical. Este auge del musical es real, ¿no? ¿Que opinas?
CC: Es el efecto péndulo. Después de estar encerrados tanto tiempo, queremos hacer cosas, pero desde hace 20 años hay auge constante. Como venimos de una época de sequía, se nota más pero antes de que nos encerraran ese 13 de marzo ya había muchos musicales en cartel y otros a punto de salir del huevo. Ahora se ha abierto el cajón y ha salido todo a presión.
BWW: Después de FAMA, ¿qué otros títulos te gustaría poner en pie?
CC: El mercado está bastante copado, pero tengo un proyecto a punto de ser una realidad, que es el musical sobre Lola Flores, que ya está escrito y sellado con la familia. Me ha costado cuatro años de sufrir, de viajes a Madrid, de encuentro con los productores, con la familia Flores y con el mundo gitano en general. Antes de la pandemia íbamos a empezar los castings, pero ahora lo quiero retomar, para escapar un poco del mundo del musical anglosajón del cual pienso que hay saturación.
BWW: Bueno, también es necesario contar nuestras historias.
CC: Si, el proceso para que un musical llegue a ser popular como para llenar teatros una o dos temporadas es largo, hasta que el título no está en boca del público. Todos estos intentos de que salgan bien los musicales propios son duros, salen bien uno de cada cien. Es un acto heroico, yo diría que romántico, es una empresa de mucho riesgo, sobre todo porque cualquier montaje puede acabar con el patrimonio de cualquiera.
BWW: Sin duda. ¿Quién está contigo detrás del proyecto de Lola Flores?
CC: Liderando el proyecto está Fernando Illán, bajista y productor de Rosario Flores. El contactó conmigo para poner en marcha el proyecto y está tirando del carro conmigo. Serán las canciones originales de Lola Flores, del flamenco y cante jondo, y de sus coplas. Contaremos su vida a través de las canciones que la hicieron popular. El proyecto es precioso. Vamos a intentar hacerlo durante el centenario del nacimiento, en 2023. Se estrenará en Madrid, aunque en Barcelona también tiene muchos seguidores.
BWW: Para terminar, ¿por qué dirías que nadie debe perderse FAMA ahora en Barcelona y a partir de marzo en Madrid?
CC: Es como visitar un museo. Hay que conocerlo, hace 40 años que se ejecuta por todo el mundo, tal cual fue concebido por sus autores, no se ha tocado ni una coma. Se presenta y se representa exactamente igual, no hay pantallas de LEDs ni teléfonos móviles, y hay que conocerlo como se conocen obras de la cultura popular. Es encantadora y sigue siendo trabajo muy muy artesanal que es la auténtica esencia del teatro. Un cantante, un foco y poco más. Esa sigue siendo la magia.
BWW: ¡Muchas gracias, Coco! Te esperamos pronto en Madrid con FAMA y en breve esperamos saber más sobre el musical de Lola Flores.
CC: Gracias a vosotros y felices fiestas.
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