El cine musical era el preferido por el público de los años 30 con lo que las majors no dudaron en apostar por este tipo de películas. Las cifras de largometrajes musicales realizados en la época lo avalan: solo en 1930 se llegaron a producir 78. Determinadas figuras comenzaron a destacar, es el caso del director y coreógrafo Busby Berkeley, el director Lloyd Bacon o las actrices Ruby Keeler y Anita Page. Dentro de este grupo de profesionales no nos debemos olvidar de los actores Fred Astaire y Ginger Rogers. Ellos fueron la pareja de los años 30. En Sombrero de copa de 1935 dirigida por Mark Sandrich coinciden estos dos actores. La pareja es la protagonista de esta película de enredos y equívocos coloreada con las coreografías compuestas por la clase de Astaire y la sensualidad de Rogers.
Fred Astaire exigía, en las películas en las que participaba, que los números musicales fueran rodados en plano general y con cámara estática para que el espectador pudiera ver todas las partes del baile. También quería que cada canción y baile formaran parte del hilo argumental de la historia, además de que en cada una de sus películas se diera un baile en solitario de él, uno en pareja en matiz de comedia y otro romántico. Todas estas ideas llegarían a establecer algunas de las convenciones del cine musical.
Sombrero de copa que "bailaba" para la compañía cinematográfica RKO cuenta la historia de Jerry Travers ( Fred Astaire), un famoso americano de las variedades, que viaja a Londres donde se reúne con el productor Horace Hardwick en la habitación de hotel donde este se aloja. En un ambiente distendido entre los dos amigos Jerry se pone a bailar, lo que impide dormir a la joven Dale Tremont que se hospeda en la habitación de abajo. Ella sube a quejarse y Jerry se enamora inmediatamente. Pero, Dale le rechaza porque piensa que Jerry está casado con Madge, que es en realidad esposa de Horace. A partir de ahí se generarán múltiples confusiones que complican cada uno de los personajes.
Algunos de los números que destacan en Sombrero de copa son "Isn't this a lovely day" donde los dos protagonistas se ven acorralados en la glorieta de un parque por una fuerte tormenta. Ambos enemistados, al comienzo de la escena, comienzan un baile al son de la lluvia que culmina con la pareja reconciliada donde el enfado se convierte en alegría. Por su parte, "Cheek to cheek" conforma una atmósfera de fantasía entre la pareja. Atmósfera que se vio fomentada gracias a las plumas que se desprendían vestido de Ginger Rogers e iban a parar a los ojos y nariz del resto de bailarines, según contaba Astaire. Y "Piccolino" pone el cierre a la película de forma lujosa y elegante donde decenas de bailarines con traje se desenvuelven entre decorados refinados.
Sombrero de copa se ha convertido en un referente en el cine musical. De hecho, Woody Allen incluyó "Cheek to cheek" en La rosa púrpura del Cairo de 1985 en la que homenajeó al mundo ficticio del cine frente a una realidad sin esperanza y desconfiada en la década de los 30. Las películas de Astaire y Rogers reflejaban un aspecto presuntuoso y alejado de la sociedad americana sucumbida en una gran crisis económica. Los escenarios ambientados en lujosos hoteles y viajes; y el vestuario formado por trajes y pijamas de seda componían un mundo ficticio que permitía a los espectadores a evadirse de la "Gran Depresión" que afectó a todo el sistema capitalista en el siglo pasado.
Sombrero de copa que “bailaba” para la compañía cinematográfica RKO cuenta la historia de Jerry Travers ( Fred Astaire), un famoso americano de las variedades, que viaja a Londres donde se reúne con el productor Horace Hardwick en la habitación de hotel donde este se aloja. En un ambiente distendido entre los dos amigos Jerry se pone a bailar, lo que impide dormir a la joven Dale Tremont que se hospeda en la habitación de abajo. Ella sube a quejarse y Jerry se enamora inmediatamente. Pero, Dale le rechaza porque piensa que Jerry está casado con Madge, que es en realidad esposa de Horace. A partir de ahí se generarán múltiples confusiones que complican cada uno de los personajes.
Algunos de los números que destacan en Sombrero de copa son “Isn’t this a lovely day” donde los dos protagonistas se ven acorralados en la glorieta de un parque por una fuerte tormenta. Ambos enemistados, al comienzo de la escena, comienzan un baile al son de la lluvia que culmina con la pareja reconciliada donde el enfado se convierte en alegría. Por su parte, “Cheek to cheek” conforma una atmósfera de fantasía entre la pareja. Atmósfera que se vio fomentada gracias a las plumas que se desprendían vestido de Ginger Rogers e iban a parar a los ojos y nariz del resto de bailarines, según contaba Astaire. Y “Piccolino” pone el cierre a la película de forma lujosa y elegante donde decenas de bailarines con traje se desenvuelven entre decorados refinados.
Sombrero de copa se ha convertido en un referente en el cine musical. De hecho, Woody Allen incluyó “Cheek to cheek” en La rosa púrpura del Cairo de 1985 en la que homenajeó al mundo ficticio del cine frente a una realidad sin esperanza y desconfiada en la década de los 30. Las películas de Astaire y Rogers reflejaban un aspecto presuntuoso y alejado de la sociedad americana sucumbida en una gran crisis económica. Los escenarios ambientados en lujosos hoteles y viajes; y el vestuario formado por trajes y pijamas de seda componían un mundo ficticio que permitía a los espectadores a evadirse de la “Gran Depresión” que afectó a todo el sistema capitalista en el siglo pasado.
< >< >
< >Videos