Esta semana ha tenido lugar en Gijón FETEN, la Feria de Artes Escénicas para niños y Niñas. Hablamos con Marian Osacar, su directora artística, que valoró el recorrido de esta feria a lo largo de los años, los cambios y sus objetivos.
FETEN tiene una historia de 25 años, los 5 primeros años dependía de la diputación de Asturias, y en 1997 la fundación municipal de cultura tomó el testigo. Fue cuando nos hicimos cargo el equipo de organización actual de FETEN, es decir, unos 19 años.
¿Cómo ha sido el balance de esta edición?
Estamos muy satisfechos a nivel artístico, porque el feedback de los programadores es que ha habido programación, muy llena de creatividad. Como en las cosechas de vino, hay algunas buenas, y esta ha sido muy buena.
Prioritariamente son espectáculos que se han estrenado entre una edición y la siguiente de FETEN, es decir, en este FETEN se han visto especiales que se han estrenado desde mayo de 2015, y en FETEN se han estrenado directamente 7 espectáculos.
¿Qué ha cambiado en estos 25 años de FETEN?
Lo mismo que con las artes escénicas. FETEN ha crecido con el sector - al principio solo había teatro de títeres y texto, básicamente. 15 compañías y 50 acreditados. Hemos pasado a 72 compañías y 160 representaciones, y más de 600 acreditados, que se acercan a Gijón.
FETEN ha pasado de ser feria de teatro a ser feria de artes escénicas. Se ha venido dando paulatinamente paso a la danza, a la música, a los musicales, conciertos, circo, teatro de objetos, aplicaciones para nuevas tecnologías, teatro para bebés... De alguna forma hemos recogido todas las artes en vivo que van dirigidas a jóvenes públicos.
Por otro lado, hay un cambio muy importante en el teatro para niños, que ahora es teatro familiar. Antes se llegaba al teatro y se dejaba al niño en la sala. Ahora el teatro familiar tiene contenido para niños y adultos, y es ocio para los padres y los hijos. Es una opción que sustituye otros lenguajes que ahora ya se pueden disfrutar en casa. El teatro familiar es una experiencia que solo se puede disfrutar en vivo en directo y en familia, en un lenguaje más cercano y a precios más asequibles
Es una feria muy grande, un gran número de profesionales, durante una semana y una programación continúa. ¿De qué manera se sustenta esta gran producción?
A través de la Fundación Municipal de Cultura del ayuntamiento de Gijón, además patrocina y organiza la Consejería de Cultura del Principado de Asturias, y el Ministerio de Cultura a través del INAEM.
Al tener ante todo una financiación pública, ¿los espectáculos con fines comerciales tienen cabida en FETEN?
Aquí toda función tiene un filtro de calidad y de las 618 propuestas que nos han llegado, yo hago un primer filtro de lo que puede ser un espectáculo FETEN o no, y pasan sólo 200 espectáculos. No es cuestión de la financiación. Es lo que nosotros consideramos que debe ser la calidad en los espectáculos y las artes escénicas para niños y niñas.
Pero además hay otros criterios - nos visitan programadores de todo tipo: grandes auditorios de la red de teatros, programadores de casas de cultura, teatros privados... Tiene que habe todo tipo de formato: pequeño mediano o grande, calle, y que tengan cabida todo tipo de técnicas.
Y tiene que haber para todas las franjas de edades. No es igual el teatro para bebés, que para de 6-8, que familiar.
Además es importante que haya representación de la mayoría de comunidades autónomas. Aquí vienen de las 17, y que también haya un 10-13% de representación internacional. Queremos que se proyecte hacia fuera.
Siempre sin olvidar que es una feria, y tiene que ser un espacio de negocio, donde se haga un escaparate de las compañías nacionales. El esfuerzo de FETEN está muy puesto en que los programadores internacionales puedan ver las compañías de nuestro país para que tengan proyección más allá de nuestras fronteras.
Has mencionado las franjas de edades, ya que no podemos olvidar que uno de los protagonistas de FETEN es el público. ¿Cómo os responde los espectadores?
Hay ferias que sólo son para profesionales. En nuestro caso es público mixto, porque la mejor manera para que los profesionales sepan si un espectáculo es bueno es viendo la reacción del público. Nuestros niños marcan un poco con su reacción lo que van a ver otros niños del estado español.
En ese sentido es uno de los mayores cambios de FETEN. Al principio FETEN sólo se hacían algunas funciones con público, algunas concertadas por la mañana, ya que era impensable que en días laborables estuviesen los teatral llenos. En este momento da igual cuando vayas al teatro, están hasta arriba todos los días. Abrimos las puertas a Gijón y Gijón lo ha hecho suyo.
FETEN ha llegado con muy buena salud a su 25 aniversario. ¿Cuales son los retos y que proyección tiene?
Sabemos que a nivel de feria ya lo hemos posicionado como referente internacional. Nos sentimos orgullosos y lo hemos contrastado con el feedback que nos han hecho llegar este año. Los programadores opinan que "hay que estar en FETEN", porque es un buen instrumento de trabajo, y de ahí un poco la presión por parte de las compañías porque saben que aquí hay que estar. Si entras en FETEN te ve mucha gente, y si sale bien, sales con contratos para los próximos 2 años. En ese sentido lo hemos logrado - una feria, un espacio de negocio.
Pero por otro lado, no podemos ampliar más días, no podemos crecer más. Somos feria de sala y cuando hace bueno las calles se convierten en una delicia, damos una oportunidad al teatro de calle que lo merece. Damos así una oportunidad a todo el teatro de calle y a las instalaciones de juego.
Tratamos de crecer en las mejores condiciones, dando mejores instalaciones, con mejores dotaciones, sobre todo para las actuaciones en la calle y atraer a mayor cantidad de programadores internacionales. Crecemos mirando hacia europa.
¿Cómo está afectando esta época de transición política a las compañías y a FETEN?
Cuando llegó la crisis la gente tenía miedo porque no sabía lo que iba a pasar con las ferias. Pero FETEN al tener un público familiar, tiene una baza importante. Cuando un ayuntamiento, un teatro público o un teatro privado tiene que programar algo, la familia es un valor seguro más que otro tipo de espectáculos.
Las compañías lógicamente notaron la crisis pero no lo vieron en su capacidad de llegar al público. El teatro familiar tiene una sola carta de presentación y es su creatividad. No una cabeza de cartel como en el teatro de adultos y por lo tanto el riesgo y la capacidad de ser creativos en época de cambio le hace fuerte. Es más independiente a estos cambios.
En FETEN las compañías vienen a mostrar y los programadores vienen a ver en vivo y en directo lo que luego van a programar. Es una semana de trabajo duro a pesar de lo que la gente pueda pensar.
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