La Asociación de Profesionales de la Danza de España destaca esta mala praxis en redes sociales y aboga por una ética y ejemplo correcto.
El pasado jueves 18 de julio la coreógrafa y bailarina Courtney Ortiz, docente en Steps on Broadway, denunció la publicación en el canal de la escuela Broadway House, dirigida por Enric Marimón, en instagram de varios vídeos que contenían coreografías creadas por ella.
“No conozco a Enric, nunca le he dado clases y nunca había recibido ninguna comunicación suya antes de descubrir su vídeo. Tampoco aparecía en los créditos de su vídeo como coreógrafa original. Al principio me sentí halagado de que mi coreografía llegara a España y, pensando que inicialmente era solo una ocasión en la que él usaba mi coreografía sin dar crédito a nadie, no le di mucha importancia. Pero al buscar más en su cuenta de Instagram, descubrí 3 obras más de mi coreografía que él usó sin consentimiento ni crédito en clases (un total de 4 que me robaron),” comenta Courtney para BroadwayWorld Spain.
La bailarina publicó un vídeo donde se demostraba el plagio. “El objetivo principal de mi publicación era generar conciencia y responsabilidad por los problemas de plagio que existen en nuestro mundo de la danza global. NO está bien usar coreografías de Internet sin el CONSENTIMIENTO del coreógrafo original y luego CRÉDITO una vez utilizado.”
Por su parte, Enric Marimón, director de la escuela y responsable de estos vídeos ha comentado con BroadwayWorld Spain recientemente: “Broadway House es una comunidad basada en el esfuerzo, la energía y el amor por la danza. Reitero mis disculpas a todos los artistas afectados. Doy fe que detrás de cada pantalla hay seres humanos que sienten y viven estas circunstancias. Considero que la forma en la que se ha abordado esta situación no contribuye de manera constructiva a la resolución del problema. Me comprometo a aprender de esta experiencia para que no vuelva a ocurrir. Estoy abierto a entablar un diálogo constructivo y respetuoso sobre la protección y el reconocimiento del trabajo de los artistas. Gracias de corazón por todos los mensajes de apoyo.”
A raíz del post de Courtney, las redes se hicieron eco del suceso y otros artistas como Richard J Hinds, también coreógrafo de Broadway (COMPANY, COME FROM AWAY o NEWSIES entre otros) y docente en Broadway Dance Center, compartieron su misma caso. “Como artistas deberíamos celebrar y apoyarnos unos a otros. He tenido estudiantes y profesores que se han acercado para pedirme enseñar o aprender mi material. Siempre he aprobado estas solicitudes con una salvedad... dar el crédito apropiado,” comenta Hinds a BroadwayWorld Spain. “Espero que esto haga que todos los creadores y educadores se lo piensen dos veces antes de robar el material de otra persona. Tomemos los errores de los demás como una forma de aprender y seguir adelante. Somos un equipo.”
La situación abre el debate acerca de la protección de la propiedad intelectual de vídeos en este tipo de redes sociales, como comenta en su cuenta el coreógrafo Joshua Bergasse, vicepresidente de la Sociedad de Directores de Teatro y Coreógrafos de Norte América, que protegen los derechos de propiedad intelectual de los coreógrafos. “Desafortunadamente, las protecciones que el SDC ha establecido no se extienden legalmente a estos videos de redes sociales, por lo que creo que es importante para mí decir aquí que lo que creamos como artistas es personal y sagrado y que es imperativo que respetemos el proceso creativo y que nos respetemos mutuamente. Este problema es más grande que una persona o un montón de vídeos en las redes sociales, se trata de considerar el arte de la danza y los principios de la educación en la danza.”
Courtney Ortiz nos comenta en una entrevista que el objetivo de su post era crear conciencia sobre los casos de plagio. “Es necesario que haya más protección para los derechos de autor y de propiedad intelectual de los coreógrafos de todo el mundo. La lección que se aprende aquí es que hay que respetar el arte de los demás, inspirarse en ellos, pero no utilizar su trabajo de forma intencionada para obtener beneficios propios. ¡El plagio en la danza TIENE que acabarse!”
Esta semana la Asociación de Profesionales de La Danza ha publicado un comunicado donde destaca que el hecho “va más allá de una inspiración en el trabajo de otros, o una cita a un estilo, se reproducen coreografías completas, es decir un presunto plagio en toda regla.”
La entidad ha subrayado la gravedad de la situación señalando que “debemos tener claro que no podemos usar las coreografías que otros creadores colgaron en redes sociales, para unas clases por las que se cobra, sin gratificar adecuadamente al creador original y ni siquiera nombrarlo. Esto es un delito grave, que atenta contra lo más esencial de nuestros derechos morales y económicos.”
Juanjo Hinojosa, socio de la asociación, maestro, coreógrafo y bailarín de jazz ha comentado para BroadwayWorld Spain: “Creo que no se tiene que tomar como una criminalización a lo que se ha hecho sino que sea un un punto de inflexión para la gente. La pedagogía es la columna vertebral de nuestro futuro y los profesores somos una referencia para los alumnos, dentro y fuera de las aulas, con una responsabilidad de defender lo que es éticamente artístico o no.”
La polémica que ha suscitado el caso pone en relieve la importancia de una buena práctica y unos valores para que esta comunidad pueda estar a la altura ahora que la industria del musical en nuestro país ha llamado la atención en todo el mundo por su alto volumen de producciones.
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