BWW Blogs - La experiencia de hacer FOLLIES

Carlos Hipólito fue Benjamin Stone en FOLLIES en 2012 en el Teatro Español bajo la dirección de Mario Gas y, con motivo de la proyección de este musical en YELMO CINES el próximo 22 de febrero, nos cuenta su experiencia en este blog.

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Me piden que escriba unas líneas sobre mi experiencia personal al hacer FOLLIES y pienso: ¡qué difícil!

Es muy difícil describir con palabras lo que se siente cuando un director como Mario Gas te dice un día: "Dentro de un año voy a montar FOLLIES, y quiero que tú hagas el personaje de Benjamin Stone, uno de los protagonistas."

Es muy, muy difícil contar lo que te pasa por dentro en un momento así, cuando resulta que soñabas con hacer "alguna vez" un musical, porque te encantan los musicales; y además el director que te lo propone dirigió uno de los mejores montajes que has visto en tu vida, SWEENEY TODD; y éste que te propone es también, como aquél, de Stephen Sondheim, un autor al que veneras y que escribe unos personajes fabulosos que más de una vez soñaste interpretar; y que, encima, FOLLIES es un musical que conoces, que te encanta, y del que has tarareado alguna de sus canciones más de una vez...

Desde que Mario me dijo aquello una tarde en el bar del Teatro Español, se activó en mí una especie de felicidad enloquecida que vino acompañada de muchos otros sentimientos. A la ilusión y la alegría inicial se sumaron inmediatamente el susto, el miedo a no estar a la altura, la inseguridad.... Aquí había que cantar, algo para lo que me había preparado desde joven, porque siempre me gustó, pero que no había hecho antes sobre un escenario, al menos con una partitura de este calibre. Al explicarle esto a Mario y decirle que tendría que hacerme una prueba como cantante, su respuesta me dejó boquiabierto. "¿Tú crees que lo puedes cantar?", me dijo. Yo le contesté: "Hombre, por tesitura yo creo que sí, pero la partitura es muy difícil, tendré que trabajar mucho..." "Pues adelante", me contestó, "si tú crees que puedes hacerlo yo me fío de tu criterio y, como quiero que seas tú el que lo haga, trabaja lo que tengas que trabajar y nos vemos en los ensayos dentro de un año." Imagínense la responsabilidad...

Por suerte, la propuesta llegó con el tiempo suficiente para poder hacer una preparación intensiva y a fondo. Y, por suerte, la vida me acercó al que sería ya para siempre mi maestro en las cosas del canto, un ángel amigo que se llama Ángel Ruíz.

Ese año que transcurrió desde la propuesta de Mario hasta el comienzo de los ensayos me preparé como si fuera a cantar TOSCA (es un decir, claro). Hombre, FOLLIES no es TOSCA, pero las partituras de Sondheim son de aúpa... Todas las horas de clase de canto, de práctica con el piano, de ejercicios vocales sin fin me parecían pocas....tal era mi temor a no poder hacerlo bien. Y no sé si al final llegué a hacerlo bien pero, desde luego, por falta de dedicación no quedó.

Y llegaron los primeros encuentros, previos a los ensayos, con el director musical, Pep Pladellorens y el propio Mario. Y, gracias a la confianza y al apoyo que encontré en ellos dos y en mi amigo Ángel, pude afrontar el primer día de ensayos, ya con la compañía al completo, sin que me temblaran demasiado las piernas.

Y ahí, en los ensayos, empezó el disfrute total, una de las experiencias más estimulantes de toda mi carrera. Un reparto extraordinario, lleno de compañeros admirables y brillantes, un equipo artístico y técnico de primera primerísima y un montaje que se fue construyendo día adía a base de horas y horas de esfuerzo, de risas, de momentos inolvidables... Ahí nació "LA TRIBU DE FOLLIES", como nos bautizaron en un maravilloso reportaje de TVE, un "making of" que grabaron durante meses viniendo a clases y ensayos, y que se emitió por TVE2. Les recomiendo que lo vean porque es precioso. Lo encontrarán en TVE A LA CARTA.

Poco a poco, mis miedos iniciales, aunque no desaparecieron, se fueron atenuando porque pensaba: "rodeado de tanta gente con talento, algo bueno me tiene que salir, digo yo." Y, al fin, estrenamos...y, entonces, el placer se disparó. Ese Teatro Español de Madrid lleno cada día, ese público disfrutando cada detalle de la función, esa orquesta de veintidós maestros volando con esa partitura prodigiosa....

Y el éxito se produjo, siendo FOLLIES un musical difícil y complejo, algo atípico. Cuenta una historia triste, una historia sobre el paso del tiempo, cruel y devastador para sus personajes. Habla de lo que quisimos ser y de aquello tan distinto en lo que, finalmente, nos acabamos convirtiendo. Pero esa tristeza y su evidente amargura están aderezadas con una música sublime, y con ese resplandor que siempre aparece en un escenario de music hall.

Mario contó esa historia con brillantez y todos los demás, a sus órdenes, pusimos lo mejor de nosotros y fuimos un equipo compacto y compenetrado. Si lo hicimos bien o mal no soy yo quién para decirlo, pero creo que no me equivoco si digo que cada uno de los que formamos parte de aquel hermoso montaje del FOLLIES de Mario Gas nos sentiremos siempre orgullosos de haber estado allí.

Para mí fue un sueño cumplido, uno de esos regalos que este oficio te hace de vez en cuando. Y escribiendo estas líneas me siento invadido de una especie de nostalgia y me viene a la mente una frase que decía mi querida compañera Teresa Vallicrosa, que interpretó con maestría el personaje de Stella Deems: "FOLLIES es una copa de champán....que se rompe."

FOLLIES, en producción de NT LIVE, se proyectará en YELMO CINES el próximo 22 de febrero en toda España. Compra aquí tus entradas.

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