Se nos ha ido la Sardà. Y cuando alguien alcanza la categoría de "perder su nombre" para ser llamada por su apellido sabemos que estamos ante una persona excepcional. Y por eso, ayer, al recibir la noticia escribí a Juanjo González:
"Buddy, ¿puedo escribir un artículo para Broadway World?
"Por favor" me respondió.
La Sardà lo ha hecho todo. Teatro, cine, televisión. Ha trabajado con los grandes: Almodóvar, Trueba, Oristrell...Presentó de manera memorable tres Galas de los Premios Goya y con su aparición dejaron de ser un auténtico sopor. Consiguiendo por primera vez una audiencia mas que decente y dejándonos momentos memorables como el año que perdió un Goya y salió con una mantilla y un velo negro mostrando su duelo y un finísimo sentido del humor. No os preocupéis, perdió ese Goya pero ganó dos mas y cuenta con mas de 28 premios a sus espaldas entre los que están Max, Premis Butaca, Fotogramas de Plata, Unión de Actores, Tp, Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes...y un largo etcétera.
Para mí esta pérdida ha sido especialmente dura. Hace unos meses mi padre, como ella, perdió la batalla frente al cáncer. Y ayer sentí que perdía de alguna manera mis recuerdos de infancia frente al televisor, viendo los hilarantes personajes de la Sardà en "Ahi te quiero ver" que tanta gracia nos hacían a mi padre y a mí.
No puedo contabilizar las veces que le escuché repetir "Honorato". Para los que no sabéis de que hablo, un sketch memorable de la historia de la Televisión Española. De cuando solo teníamos un canal y al día siguiente todos comentábamos lo visto la noche anterior.Mercè Grané que trabajó en la producción de Wit junto a ella, me decía ayer: " Era una persona que enseñaba sin dar lecciones". Actriz, Directora, Presentadora, la Sardà ha estado en momentos memorables de mi vida. La ví junto a la Espert en una Casa de Bernarda Alba que nos dejó a Xavi Duch y a mi petrificados en la Butaca.
He decidido escribir este artículo porque siento que la vida va demasiado rápido y la memoria es cada vez mas frágil. Las redes sociales nos están llevando a olvidar rápido que somos herederos de un valioso legado que no debe ser denostado. Observo como las nuevas generaciones pierden de manera inexorable los grandes referentes. Streisand, Minelli, Garland, Peters, Sondheim, Prince, Lansbury...
En su discurso al recibir el Max de Honor en 2015 dijo:
"Los políticos y los gobiernos pasan. Y nosotros seguiremos siendo actores. Siempre. Hasta después de que nos hayamos ido. Y tendremos la seguridad de que la cultura, en cualquiera de sus ramas, es importante para el crecimiento de un pueblo y para su supervivencia. Somos importantes, somos necesarios. Metéroslo en la cabeza, a los que os queda el testigo"
El discurso acabo regalándole "una butifarra" al Ministro de Cultura Wert del gobierno del PP de entonces. Un elegante corte de mangas televisado y vitoreado por todos los allí presentes.
Mi testigo ha sido recordaros a la Sardà y su legado, como dijo el cineasta chileno Patricio Guzmán:
" Un país sin memoria no tiene futuro"
Bon viatge Rosa Maria.
Videos