Xavier Ribera-Vall ha interpretado al Juez Turpin en la producción de Sweeney Todd en el Teatro Nacional Sucre en Quito (Ecuador), del 25 al 28 de Febrero.
Una magnifica acogida del público, que lleno cada dia el Teatro. Una nueva e impactante, para mí, versión de este musical que en el espacio de 15 años había interpretado en unas 450 ocasiones. De Quito salí renovado por el nuevo concepto que del mismo realizó su magnífica directora, Chia Patiño y los nuevos conceptos musicales del director de orquestra Ray Fellman y su asistente Vasiliki Tsuova. Una producción ecuatoriana pero con un carácter cosmopolita como demuestra el hecho de la variedad de nacionalidades que se aglutinaban en el escenario, desde España a Costa Rica, de Grecia a Colombia, y del mismo Quito - todo el Coro (joven y con gran energia y precisión) y la Orquestra (de gran empaque) - hasta Los Angeles o Venezuela.
Mi incorporación se produjo ya en el ensayo general del dia 24 después de sólo 2 horas de ensayo, en las que la conexión con Chia Patiño fue total y trabajamos de manera eficaz y al unísono. Nuevas situaciones escénicas me llevaron a renovar el personaje de manera total. La colaboración con los nuevos compañeros, en especial con Fitzgerald Ramos (SWEENEY), un barítono de gran experiencia operística, con un físico imponente que daba a Sweeney ese carácter oscuro, peligroso y misterioso que requiere, con una voz calida y contundente; y Jorge Cassis (ALGUACIL BAMFORD) que me acompañaba con su complicidad viperina en todas las acciones del Juez, además con su voz bellísima de tenor lirico-spinto de gran contundencia en la parte aguda y perfecta dicción.
En Sweeney Todd he tenido unos compañeros, todos de un gran talento y calidad humana. Desde Elena Vargas (Miss Lovett), talentosa, precisa en la parte vocal y fresca en la escénica, dando al personaje de Miss Lovett el carácter justo y la ternura necesaria con Tobias, interpretado por Bianca Vaca, una niña de 10 años, con una luz que nunca habia visto en un escenario. Una estrella sin duda a los pies del Pichincha. De llorar de emoción y por la afinación y justeza en el tempo increíbles para su edad en la Cancion de Tobias y la Escena de Pirelli. Edwin Gomez (PIRELLI), de voz potente y precisa en los agudos que requiere el personaje, y de gran sarcasmo. Todos de una gran calidad vocal y escenica. Ray Fellman dirigió a la orquestra con una sabiduría extraordinaria, ademas de ser un comunicador ideal y justo en el gesto, con el que pude establecer un vínculo sólido durante toda la función. Vasiliki Tsuova preparo al coro con precisión de tempo y afinación.
La obra esta ahora en un momento de crecimiento y ante la perspectiva de retomar las funciones en Octubre en Guayaquil, el ensamblaje será total y aún podremos volar más y más. Un placer y una decisión de cruzar el Atlántico que nunca creí sería tan enriquecedora tanto personal como artisticamente.
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