Silvia Montesinos ha traducido, adaptado junto a Leandro Martínez-Romero, y dirigido "El Despertar", versión española de Spring Awakening, en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) y el Conservatorio Superior de Música de Murcia (CSM) como taller de fin de carrera de los alumnos de cuarto curso de Interpretación en el Musical, en colaboración con los alumnos de tercer curso y músicos estudiantes del CSM.
¿POR QUÉ SPRING AWAKENING?Spring Awakening es un musical controvertido y diferente. El público habitual de Broadway lo rechazó por ser descarado en sus escenas y rudo en su lenguaje, no se ajustaba a los cánones del musical familiar al que Broadway nos tiene acostumbrados. Algunas de sus letras fueron vetadas en la gala de los Tony, pero aún así recibió ocho galardones, y yo tenía claro que tenía que verlo.
Fue en verano de 2007 cuando al fin lo vi en Broadway. El espectáculo era precioso y la música y las voces increíbles, pero al público parecía molesto. Silbidos, quejas, familias enteras que se levantaban y se iban... Broadway no estaba preparado para Spring Awakening.
Dos años más tarde tuve la oportunidad de volver a verlo en Londres, donde los actores sí que recibían en el teatro el apoyo del público, que disfrutaba con la representación. Esto me hizo plantearme cómo podría recibirse en España este musical, y llegué a la conclusión de que es un espectáculo especialmente hecho para un público como el nuestro, que no tiene miedo a las escenas de sexo, las palabras fuertes o las críticas duras y directas al sistema. Habría que darle a los espectadores de aquí la oportunidad de conocer musicales como éste, que nos levantan de la butaca, no para hacer palmas al son de temas conocidísimos, sino para unirnos a ellos en cuanto a mensaje, catarsis emocional y cultural, reivindicación social y calidad del texto y la música. Así pues me decidí a hacerlo.
Spring Awakening tiene una base bien sólida, el texto original en el que se basa, "El despertar de la primavera" de Frank Wedekind. La impresionante obra de origen alemán fue vetada durante casi cien años, los temas eran demasiado adelantados para la época. En su versión escénica se convirtió en un musical conceptual, en el que las canciones son los pensamientos en voz alta de los personajes adolescentes. Su continuidad temporal se ve fragmentada por cortes, saltos y situaciones de diferente temporalidad dándose simultáneamente. Los instrumentos son electrónicos en su mayoría, y llama la atención el uso de los micros de mano o la iluminación de concierto, en contraste con los ambientes clásicos de las escenas. El estilo musical pop-rock, en contraposición a la ubicación de la obra, a finales del siglo XIX, produce un rompimiento también brusco e impactante.
Mi propuesta en "El Despertar" ha tratado de respetar al máximo la idea original y mensaje que proponen sus autores, y al mismo tiempo acoplarse a las características de mi grupo de actores, los medios de mi escuela, al público actual y al momento social en el que nos encontramos. Esto dio lugar a una escenografía minimalista compuesta por un número de sillas como en el original, que se complementa con un árbol hecho de sillas colocadas en espiral. El público, que en el original podía verse en los laterales del escenario, con ciertos actores infiltrados vestidos con atuendos actuales, se compensa en nuestra versión con un grupo de actrices que rodean la banda de música, y que además de hacer coros son testigos de las diferentes escenas que viven el resto de personajes. Por otro lado, en esta versión los actores tampoco salen nunca de escena sino que permanecen sentados en los laterales, a la vista del público, esperando su turno de actuación.
Con respecto a la luz sólo puedo decir que tengo que agradecer a Pedro Vera y Javier Galindo el haber escuchado mi idea para plasmarla como sólo ellos saben, de manera tan brillante. En cuanto a la propuesta de los micros de mano, he querido respetarla sólo en parte. En ciertos momentos se convertía en un impedimento para las coreografías o las escenas. Me gusta la idea, pero no me parecía imprescindible en cada una de las canciones. El reservar el efecto para las escenas más rockeras hizo que el impacto fuera todavía mayor.
La coreografía fue creada respetando la idea del original, aunque hemos querido que nuestros alumnos bailasen a un nivel un poco mayor por ser su trabajo fin de carrera. La interpretación ha sido sin duda el trabajo más duro, junto con el trabajo vocal y polifónico de las canciones, pero también el más divertido. Al no disponer de actores adultos para realizar los personajes de padres, profesores, etc., se me ocurrió que los propios personajes adolescentes, a la vista del público, se transformarían en los personajes adultos utilizando pequeños elementos de vestuario y utilería, y una construcción de personaje estereotipada y exteriorizada, en contraste con las construcciones realistas de los personajes adolescentes. Así pues, los personajes adultos se construían desde la visión de los adolescentes, lo que suponía una crítica/burla hacia éstos.
Para la puesta en escena he querido entender la obra desde el punto de vista adolescente y me he rebelado con ellos en las canciones y reprimido en las escenas. Debo confesar que temía un poco a ese público aficionado acérrimo del musical, que ha hecho muchos kilómetros para venir a ver nuestra propuesta. Era la primera vez que se hacía en España y quería estar a la altura de tal privilegio. Pero las críticas han sido muy buenas y la reacción del público asombrosa y generosa, mucha gente vino a darme las gracias por haberles hecho sentir tanto. Yo no puedo más que darles las gracias a ellos por venir a vernos y compartir con nosotros nuestro esfuerzo, no hay palabras suficientes para describir lo que cuesta hacer un musical con más creatividad que medios. Soy de la
opinión de que para hacer espectáculos así hay que hacerlos a un nivel de implicación total por parte de todo el equipo, es lo que los actores están pidiendo a gritos, es también lo que el público necesita para salir del teatro deseando entrar de nuevo, y es lo que nos recuerda por qué nos gusta tanto esto.
El mundo del musical hay que conocerlo más para amarlo más, no tenerle miedo pero sí mucho respeto. Ojalá nuestra Gran Vía se llene pronto de musicales de este tipo para disfrute de todos nosotros.
El Despertar en la ESAD de Murcia
El Despertar en la ESAD de Murcia
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