El evento reafirmó su compromiso con la accesibilidad y la inclusión social a través de las artes escénicas.
El Gran Teatro Nacional del Ministerio de Cultura del Perú conmemoró su duodécimo aniversario con una vibrante celebración que incluyó presentaciones artísticas, visitas a exposiciones, actividades interactivas y una función didáctica inclusiva. El evento reafirmó su compromiso con la accesibilidad y la inclusión social a través de las artes escénicas.
El Gran Teatro Nacional del Ministerio de Cultura del Perú celebró doce años de vida institucional y, como ya es costumbre, festejó con un espectáculo accesible y gratuito. La fiesta central, que tuvo lugar el viernes 12 de julio a partir de las 6:30 de la tarde, comprendió la presentación estelar de La farandola de los Húsares de Junín, una visita a la nueva Sala de Exposiciones Temporales instalada en el segundo piso, la zona selfie para jóvenes, murales participativos, y la presentación de danzas tradicionales peruanas con el Conjunto Nacional de Folklore José María Arguedas.
Luego de la antesala, el Gran Teatro Nacional reunió a sus seguidores para disfrutar de la función didáctica “Rosmery y El Libertador”, obra que tuvo carácter accesible en beneficio de las personas ciegas e hipoacúsicas.
Desde su fundación, el 12 de julio del 2012, el Gran Teatro Nacional fusionó dos conceptos claros: la promoción y difusión de producciones artísticas de alta calidad escénica y tecnológica, y el desarrollo de una gestión formativa abierta a distintas audiencias y lenguajes, convirtiéndose así en un abanico de aprendizajes mediante su área de Públicos.
El Gran Teatro Nacional celebró doce años de labor cultural ininterrumpida, enfrentando incluso la pandemia con la creación de contenidos digitales. En su elegante foyer y sala principal, programó conciertos musicales, obras teatrales, montajes de danza clásica y contemporánea, festivales de canto, óperas y espectáculos de folclore.
Su diseño polifuncional facultó además la confección de recitales, exposiciones y conferencias. El moderno escenario del GTN cuenta con seis plataformas (ascensores), más de 800 reflectores móviles y una acústica estable y homogénea.
Hasta la fecha, dos millones y medio de personas gozaron de su programación artística de manera presencial y alrededor de 27 millones de peruanos se conectaron a través de Internet y la televisión. En cuanto a su área de Públicos, alrededor de 250 mil escolares de instituciones educativas públicas y privadas asistieron a eventos formativos, y un millón ochocientos mil espectadores participaron en actividades virtuales durante los dos años de emergencia sanitaria.
La presentación de funciones didácticas accesibles consolidó el trabajo del GTN en beneficio de estudiantes con discapacidad física, auditiva, visual y neurodivergentes. Este valioso programa, impulsado a nivel nacional por el Ministerio de Cultura del Perú, resaltó la importancia de las artes escénicas como eje integrador de la sociedad, fomentando de manera específica la inclusión y accesibilidad al extender posibilidades de satisfacción y disfrute a personas con algún tipo de discapacidad.
Catalogado por artistas, productores, estrellas internacionales, periodistas y críticos del arte como “el primer escenario artístico y cultural del Perú”, el Gran Teatro Nacional ofreció una programación artística de excelencia y, durante los últimos tres años, visitó varias regiones del país con sus funciones didácticas y conciertos accesibles.
Estas propuestas permitieron al GTN cerrar brechas de acceso a los espectáculos artísticos y valorar las industrias culturales peruanas, convirtiéndose en eje integrador y promotor de las artes escénicas.
La función didáctica “Rosmery y El Libertador” se presentó en el marco de las actividades por el Bicentenario de la Independencia del Perú y tuvo carácter accesible ya que brindó audio-receptores a las personas con discapacidad visual y sobretítulos en directo para la comunidad hipoacúsica.
Sobre la obra. “Rosmery y El Libertador” es una historia creada a solicitud del Gran Teatro Nacional, escrita por Eduardo Adrianzén, dirigida por Óscar Carrillo y protagonizada por Yaremís Rebaza (Rosmery), Gonzalo Molina (Libertador San Martín), Katiuska Valencia (mamá Yastín), Rodrigo Chávez (“El ángel”, “La fama” y “Wikipedia”) y Job Mansilla (“Marlon”, “Taxista”, “Waze”, “Torito de Pucará” y “Cobrador de combi”), artistas que participaron al final de la función en un entretenido coloquio con alumnos y docentes.
La trama destacó la sabiduría de una adolescente de Iquitos que despierta el 25 de julio de 2021 con el pensamiento puesto en su tarea de colegio: ¿Cómo sería la patria si fuera una persona?
Mientras investiga y analiza contenidos en Internet -siempre con la idea de convertirse en historiadora- apareció misteriosamente en su casa don José de San Martín, quien le confesó su deseo de no declarar la independencia del Perú.
Totalmente sorprendida y angustiada, Rosmery invitó al general argentino a conocer varias regiones del país para convencerlo de mantener su propósito y no cambiar el curso de la historia.
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