El elenco está conformado por Marina de Tavira, Alberto Estrella, Emma Dib, Everardo Arzate, Yessica Borroto y Salvador Sánchez.
La dramaturga Marina Carr retoma la tragedia de Esquilo para, desde la visión de sus protagonistas, denunciar los abusos y funestas consecuencias de un patriarcado que se respira todos los días; como si estirara la mano hacia la Grecia clásica y trajera a nuestro tiempo esta tragedia para presentarla con una brutalidad que sacude las conciencias.
Lo hace con la belleza de la oralidad, mientras los personajes narran las acciones, imprimiendo una fuerte editorial sobre los acontecimientos, compartiendo con franca brutalidad y reflexión a través de imágenes fuertes.
La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Teatro e Incidente Teatro, presentan La niña en el altar, de Marina Carr, con traducción de Alfredo Michel Modenessi, bajo la dirección de Enrique Singer. Su temporada ocurrirá del 30 de enero al 2 de marzo, los jueves, viernes y sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas, en el Teatro El Galeón Abraham Oceransky del Centro Cultural del Bosque.
La niña en el altar es una puesta en escena en voces de personajes desgarrados, en un mundo en que el asesinato de niñas sucede en pro de la permanencia en el poder. Clitemnestra se desmorona cuando Agamenón sacrifica a la hija de ambos para pedir a los dioses que el viento le permita a su ejército salir al mar.
La obra inicia con el “victorioso” regreso de Agamenón 10 años después. Con él viene Casandra. A Clitemnestra la destierran al harén. Ahí ella ve morir a la hija que ha tenido con Egisto. Tíndaro, su padre, intercede por ella. El triunfo en la nueva guerra no calma la ira de Clitemnestra que logra su venganza.
Luis Mario Moncada, Coordinador Nacional de Teatro del INBAL, afirmó que durante el presente año se realizarán varios proyectos bajo el perfil de la tragedia griega que plantean por qué miramos atrás a través de los mitos fundacionales y cómo se ha forjado nuestra idea del ser humano. “Creo que hay una serie de elementos que hacen de este montaje algo que puede ser muy importante para el arranque del año y para mostrarnos esta revisión de la tragedia estiliana”.
Al respecto, el director de escena, Enrique Singer, comentó: “este es el noveno montaje de nuestra compañía, Incidente Teatro, y estamos seguros de que es uno de los textos más pertinentes y urgentes que hemos tenido el privilegio de producir. Los personajes emergerán como siluetas de entre las sombras donde se ocultan; con cierta reminiscencia a la escultura clásica y con un estilo corporal que abunda en precisión y belleza”.
Añadió que con esta puesta en escena “me llegó la respuesta para cambiar yo y poder entonces hacer que alguien cambie algo. El discurso de la obra es contundente, fuerte, lo que estamos viviendo hoy. En lo personal me ha cimbrado. Hay algo muy profundo en ella y tiene que ver con la relación que tenemos los hombres con el poder, con nuestras ganas de ser dioses y con nuestro deseo desde distintos lugares. Es un tesoro, con un discurso femenino que dice basta, y es una ópera hablada donde la palabra lo dice todo, tomada de la tradición oral más profunda que existe, es decir, el cuentacuentos”.
Por su parte, la actriz Marina de Tavira dijo: “La niña en el altar, a través de un lenguaje poético de gran belleza, exhibe a la guerra como el invento del sistema patriarcal donde las niñas, los niños y las mujeres son siempre carne de sacrificio. Es una obra donde hay una relación entre reflexionar el comportamiento humano y meternos en nosotros mismos, y en esos arquetipos que es muy importante visitarlos y revisitarlos porque tienen que estar en movimiento. Me parece increíble que después de tantos años haya escritoras que nos retomen y nos cuenten esta historia desde su voz”.
La actriz Emma Dib aseguró que textos como el de La niña en el altar hacen que “podamos tener un oficio prodigioso para reflexionar en el escenario, mostrarlo y dialogar con la realidad a partir de la mirada del espectador porque, como tenemos noticias terribles a diario, parece que es normal, pero verlo en el teatro con semejante brillantez y contundencia es una delicia y gran acompañamiento”.
Yessica Borroto y Everardo Arzate, integrantes del elenco, coincidieron en señalar que es un gran privilegio y fortuna participar en esta obra a cargo de la compañía Incidente Teatro que muestra las ganas de hacer teatro, ahora con su novena producción y un gran equipo de actores y creativos que han trabajado arduamente en una pieza que les permite reconocer su origen, tener referencias de la vida actual con personajes cercanos a lo que hoy se vive.
Por otro lado, el actor Alberto Estrella compartió: “esta obra es fundamental en nuestros tiempos porque aquí un personaje entrega a su hija para ganar una batalla. Se rompen valores por una lucha de poder, venganza, machismo, desilusión, lucha de clases, soberbia, arrepentimiento y culpa, sentimientos que nos identifican como seres humanos y en los que necesitamos ahondar para comprender nuestra propia realidad. Los griegos hablaban de la catarsis y me parece que en estos tiempos furiosos y de dolor, es necesario como sociedad tener nuestra propia catarsis.”
El traductor, Alfredo Michel Modenessi externó que la obra aborda una vida atormentada, donde la dramaturga encuentra, a través de los fantásticos discursos y parlamentos que constituyen el texto, lugares que nos remiten a su propia experiencia. “A partir de una lectura colaborativa, el texto ha pasado por la interacción de un gran elenco que ha tenido gran claridad en el no más y en el hasta aquí”.
Los diseños de escenografía e iluminación son de Víctor Zapatero, el diseño de vestuario es de Eloise Kazan, el compositor y diseñador de audio es Edwin Tovar, los diseños de maquillaje y peinados son de Cinthia Muñoz, mientras que la producción ejecutiva es de Daniela Parra.
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