Me gusta ver las caras de los nuevos públicos, ver sus ojos cuando se abren ante la sorpresa de las notas musicales que por primera vez escuchan con una orquesta en vivo, dijo el director huésped Luis Manuel Sánchez.
La Orquesta de Cámara del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura se presentó en la Biblioteca Vasconcelos con el programa OCBA contigo, concierto didáctico, cuya finalidad es acercar a nuevos públicos al mundo de la música.
Fomentar el hábito de escuchar música en vivo es muy bueno porque se generan conexiones dentro de nuestro cerebro a través de la música o también en el momento de interpretar un instrumento, dijo el director tras concluir el concierto en el recinto de la Secretaría de Cultura, hasta donde llegaron cientos de niños.
Como artistas tenemos la responsabilidad de acercarnos a los públicos jóvenes principalmente y con este programa didáctico durante cinco días seguidos con diferentes escuelas y en diversas sedes cubrimos nuestra labor de difundir la música.
La música del compositor Joaquín Gutiérrez Heras aborda la historia de Una melodía mexicana y ocho disfraces de época en la que se interpretan fragmentos de tonalidades, como el romanticismo, impresionismo, comedia musical, nacionalismo mexicano, entre otras.
En las piezas del compositor Leroy Anderson, como Plink, plank, plunk; Jazz pizzicato, La máquina de escribir, El reloj sincopado y El gato valseador, los asistentes acompañaron a la orquesta con aplausos, silbidos, chasquidos, ladridos y maullidos.
Cuando interactuamos con los jóvenes y se sienten parte de una agrupación musical es fascinante. Siempre es bueno para todos los artistas ofrecer conciertos didácticos.
A veces se cree o se piensa que en la música académica o de concierto existe una barrera entre el público y la orquesta, pero en este tipo de conciertos lo que hacemos es romper esa barrera y acercarnos a nuestro público.
La complejidad de la narrativa o del proceso creativo en general del concierto se va dando a lo largo de los días, según las necesidades y según el público al cual va dirigido, no es lo mismo para un público adulto mayor que uno joven.
El trabajo del narrador junto con la orquesta y la del director, de llevar y vincular al público es la forma como normalmente se trabaja en un concierto didáctico.
A veces se piensa que el adulto ya no tiene la capacidad de disfrutar o de sorprenderse y eso es una gran mentira, porque creo el ser humano a cualquier edad tiene la capacidad de disfrutar, de reír, de encontrarse con ese niño interno.
Se requiere que, como promotores de la cultura, debemos acercarnos a los adultos mayores y a los grupos vulnerables, también tienen la necesidad de aproximarse a la música y disfrutarla. La labor del artista es enaltecer el espíritu humano a través de la música.
El artista debe ver al ser humano en necesidad constante de renovación interna a través del arte y no veo una diferencia en que si es un niño, un adulto mayor o un joven.
Ayer estuvimos en el Politécnico Nacional con jóvenes y puedo decir que nuestra labor es compartir y difundir el arte a través de los conciertos, principalmente fomentar que los niños se acerquen a las expresiones artísticas.
Las próximas presentaciones son el jueves 11 en el Museo Soumaya, Miguel de Cervantes Saavedra 303, y el 12 de abril en el Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ex Palacio del Arzobispado, en Moneda 4, Centro Histórico. Localidades agotadas.
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