Tres coreografías, donde lo mismo analizan la problemática social en México, la cooperación para enfrentar los retos humanos o un viaje por los laberintos más profundos para llegar a las raíces del alma, compartieron el espacio del Teatro de la Danza Guillermina Bravo durante el penúltimo día del Festival Internacional de Danza Contemporánea de la Ciudad de México (FIDCDMX).
Las propuestas coreográficas de México, Corea y Bélgica-Portugal formaron parte de la tercera edición de este encuentro: Cosa Nostra, de Ugo Ruiz; Flight, de Melancholy Dance Company, de Jeong Cheolin; y Raizes,coproducción Bélgica-Portugal, acapararon la atención de jóvenes y de estudiantes, así como de invitados al Centro Cultural del Bosque del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Cosa Nostra, pieza de Ugo Ruiz, fue interpretada por Itzel Zavaleta, Elisa Rodríguez y el mismo Ugo Ruiz; el diseño sonoro estuvo a cargo de Eduardo González. El proyecto muestra a féminas adúlteras, convertidas en mujeres vengativas e incluso perversas; personajes cuyos avatares pasionales se transforman en historias de este tiempo de progreso y civilización.
Se muestra esa pasión eterna de tintes sobrenaturales, lo mismo una historia de amor envuelta en una atmósfera de irrealidad, de tenebrismo, de algo ominoso que predomina desde el principio. Y en lugar de castigo o de remordimiento, el premio del crimen es la felicidad.
La propuesta de la República de Corea: Flight, de Melancholy Dance Company, es una coreografía de Jeong Cheolin. En este proyecto se aborda como la gente se enfrenta tanto a los éxitos y fracasos para alcanzar sus objetivos.
Flyght demuestra cómo la gente puede despegar hacia sus objetivos. "Como humanos no podemos volar solos, nuestras limitaciones se superan cuando dos personas alcanzan un impecable vuelo", interpretan en su propuesta Jeong Cheolin y Ryu Jisoo; la música es de Berserk Ost y la iluminación de Tak Hyungsun.
Los últimos en aparecer en el escenario es el equipo conformado por Bélgica y Portugal, quienes se unen para realizar Raizes, que sostiene "Cuando las raíces son profundas, no hay razón de temer al viento".
La propuesta reflexiona sobre la identidad y el hogar, Raizes es un viaje de diferentes personas que nos llevan a través del laberinto más profundo de sus almas y nos hace cuestionar la profundidad de nuestras raíces.
Con música en vivo, inspirada en ritmos brasileños y los movimientos vertiginosos de la fusión de las danzas contemporánea y populares del mundo, sazonan la coreografía y sorprende la energía vigorosa y la entrega total de estos bailarines participantes del Tercer FIDCDMX, donde participan compañías de más de 26 países.
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