En la Sala Manuel M. Ponce se inició la noche del miércoles un homenaje nacional a quien preservó la memoria del muralista Diego Rivera.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Artes Visuales, en colaboración con el Fideicomiso para los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, la Fundación Diego Rivera, AC, y el Museo Casa Diego Rivera iniciaron un homenaje nacional a la historiadora y promotora del patrimonio mexicano: Guadalupe Rivera Marín en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Con la presencia de familiares, amigos y colaboradores se recordó a la doctora en Historia, quien dedicó parte de su vida a la preservación de la memoria de su padre, el muralista Diego Rivera, así como de su progenitora, la escritora Lupe Marín, figuras imprescindibles del arte y la cultura en México.
El coordinador del Fondo Documental de la Fundación Diego Rivera, Daniel Vargas, quien convivió más de 10 años con Guadalupe Rivera Marín, aseguró que fue un personaje importantísimo y rememoró la trayectoria política y sus experiencias diplomáticas. "Son ya parte sustancial de la historia de las mujeres en México, gran gestora cultural y valiente promotora del arte nacional en el extranjero, una personalidad potente. Me compartió unas memorias maravillosas sobre la política en México, me dio lecciones de una gran conocedora de arqueología y arte antiguo mexicano.
"Me reveló su lectura de la Piedra del Sol y los enigmas de la Peña de Bernal en Querétaro; me confesó anécdotas sobre Trotsky, Frida y O'Gorman; y por supuesto su relación con su madre y su hermana, y claro, todo lo que aprendió de su padre me lo compartió siempre con generosidad y paciencia. tantas enseñanzas y buenos recuerdos bajo el cobijo de nuestra amistad", agregó el filósofo e investigador.
Por su parte, Luis Pérez Arredondo, titular de la Unidad de Auditoría del Banco de México, recordó que, cuando trabajaba en el Banco de México, en ese entonces Rivera Marín se propuso un reto relevante: "Rescatar estos patrimonios culturales, levantarlos y sobre todo darles solidez en temas de gobernanza, en temas de certeza y seguridad jurídica", ya que como delegado fiscal general compartió con ella grandes momentos, triunfos, preocupaciones y retos.
Fue un personaje que destacó por sus labores políticas, académicas, culturales, pero sobre todo por la humanidad y su deseo de enaltecer a México. Efectivamente, hoy homenajeamos estas grandes aportaciones que dio en su vida; abogada de profesión, la doctora Rivera Marín fue una "mujer generosa, con amigos, con alumnos, y compañera de grandes personalidades: José Luis Cuevas, Gilberto Aceves Navarro, Ofelia Medina, Arturo Estrada y Arturo García Bustos, entre otros":
Asimismo, Diego López Rivera expresó: Mi querida mamá con toda emoción y asombro te escribo estas palabras como parte del homenaje de tu vida y trayectoria en el Palacio de Bellas Artes, pensar solo han pasado poco más de 2 meses desde tu partida cuando pareciera que ha sido más tiempo por todas las emociones y sentimientos por los que hemos atravesado desde ese momento.
Recordó, entre anécdotas e historias, todas las enseñanzas literarias y gastronómicas que su madre le dejó como legado a la familia Rivera Marín y a todos los mexicanos.
En nombre de la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, la coordinadora nacional de Artes Visuales, Mariana Munguía Matute agradeció a los asistentes, a la familia Rivera y al Fideicomiso de los museos Rivera por la colaboración para llevar a cabo este evento y enfatizó: Guadalupe Marín fue una mujer libre e independiente, a temprana edad descubrió su amor por la política, por México y su pueblo, al que conoció palmo a palmo en compañía de su padre.
"A pesar de lo difícil que era para una mujer desarrollarse en el ámbito político, a lo largo de su trayectoria orientó su energía al servicio público. Sensible a las diferencias sociales de nuestro país, luchó para que esas desigualdades no fueran tan marcadas", agregó.
La relación entre el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y la familia Rivera ha sido estrecha, no solo porque dentro del Palacio de Bellas Artes se encuentra una de las obras murales más icónicas del artista, quien a través de su arte luchó porque nosotros los mexicanos entendiéramos la grandeza de lo que somos, de nuestro poder cultural, económico, político, histórico, natural y de nuestras raíces prehispánicas, sino, además, por la generosidad y cariño con la que la familia Rivera, a través de sus hijos y sus sobrinos, se han mantenido como aliados imprescindibles, a través de su colaboración continua con la Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y el Museo Mural Diego Rivera.
Guadalupe Rivera Marín creció en un círculo de intelectuales y artistas que, seguramente, marcó su interés en la divulgación del patrimonio y en la política del país, en la que se involucró desde los 17 años. Dirigió el Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana de 1989 a 1998. En su gestión, y como parte de su legado, fue publicado el Diccionario histórico y biográfico de la Revolución Mexicana en ocho volúmenes.
Como escritora, publicó los libros Un río, dos Riveras, Encuentros con Diego Rivera, Diego el rojo y Las fiestas de Frida y Diego: recetas y recuerdos, entre otros volúmenes. Para continuar divulgando la obra de su padre creó la Fundación Diego Rivera, realizando una importante gestión que encabezó hasta su deceso.
Actividades
Como parte del homenaje nacional a Guadalupe Rivera, los museos participantes realizarán, durante este año, diversas actividades:
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