El Palacio De Bellas Artes Cierra Programa De Exposiciones Con Ricardo Martínez. Desde El Interior

El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) cierra el programa de exposiciones nacionales de la presente administración con la inauguración de la muestra Ricardo Martínez. Desde el interior, conformada por 108 obras del artista mexicano, 90 de las cuales son inéditas y proceden de colecciones privadas.

La serie se abrió al público en el Museo del Palacio de Bellas Artes en un acto encabezado por la directora general del INBA, Lidia Camacho, quien informó que la exposición forma parte de las actividades organizadas con motivo del centenario del nacimiento del artista plástico Ricardo Martínez (1918-2009).

Además de fotografías, documentos, periódicos y revistas, Ricardo Martínez. Desde el interior reúne óleos y dibujos inéditos (en especial, bocetos preparatorios) que dan cuenta de los temas, técnicas y formas de representación emblemáticos del pintor, además de aspectos de su trabajo hasta ahora poco difundidos, pues el objetivo es no sólo mostrar al gran artista que fue Ricardo Martínez, sino también su lado más íntimo.

Acompañada de Miguel Fernández, director del museo anfitrión; los hijos del artista: Sarina y Pablo Martínez, de la Fundación Ricardo Martínez de Hoyos, y de la representante de la Fundación Jenkins, Alejandra Lerdo de Tejada; la directora general del INBA destacó que se trata de una exposición especial, la cual, junto con la muestra de Kandisky. Pequeños mundos, cierra el programa de exposiciones de la actual administración.

Se trata -dijo la funcionaria federal- de una de las muestras del arte mexicano más importantes de los últimos tiempos, que nos presenta a un artista desde una perspectiva amplia, porque incluye no solamente las obras en sí, sino también parte del proceso creativo: "Me parece muy aleccionador ver cómo un artista llega a la creación; aquí vemos las particularidades de su trabajo, su continuidad y cambio, y el contexto dentro del cual estuvo inmersa su propia producción".

Uno de los grandes aportes de la exposición, agregó Lidia Camacho, es la obra inédita de Martínez de Hoyos: dibujos a lápiz y óleos, tanto sobre papel como tela, y obras poco conocidas, como es el caso de las viñetas que realizara para distintas publicaciones y que dan cuenta de sus aportes en el ámbito editorial.

Se expone, asimismo, correspondencia personal, institucional, invitaciones a muestras individuales y colectivas, además de artículos y notas periodísticas y revistas, todo aquello que contextualiza su creación y permite conocer su entorno cultural y afectivo, así como el circuito artístico en el que se desenvolvió el maestro.

Con todo ello, afirmó la titular del INBA, se buscó abrir una ventana a su intimidad y mostrar su trabajo en una mayor dimensión, con el objeto de contribuir a un mejor acercamiento y aprecio a Ricardo Martínez, no solamente como artista, sino como persona y creo que la parte humana siempre es también esencial en este tipo de exposiciones.

Ricardo Martínez de Hoyos dejó una enorme herencia: 70 años de vida de un artista talentoso, original y completamente entregado a su oficio, lo cual se traduce en un vasto e invaluable acervo que esperemos pronto ver un catálogo razonado, dijo Lidia Camacho

En su momento, Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, recordó que este recinto albergó la obra de Ricardo Martínez de Hoyos en 1984 y 1994, y ahora vuelve "con una muestra que se presenta desde esa intimidad y evoca a un artista, si no distinto, seguramente novedoso.

"Nos enorgullece tenerlo nuevamente aquí -el recinto ideal-- aquí con motivo de su centenario: un hombre más allá de lo que él realizó en estos años, autodidacta desde los años 40. En 1943 conoció a la galerista Inés Amor, quien le organizó su primera exposición y desde entonces dejó una huella muy importante para el siglo XX, pues se trata de una de nuestras piezas claves en la cultura mexicana.

Con la curaduría de Miriam Kaiser, Aurora Avilés y Dabi Xavier, la exposición Ricardo Martínez. Desde el interior, en el centenario de su nacimiento, permanecerá en las salas Paul Westheim y Justino Fernández del Museo del Palacio de Bellas Artes, hasta el 24 de febrero de 2019.

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