Se llevará a cabo el jueves 13 de febrero, a las18:30 horas; participan Juan Rafael Coronel Rivera, Rebeca Barquera, y los curadores Karen Juárez y Raúl Cano.
Con el catálogo de la exposición Mano de obra. Oficios en la gráfica mexicana, siglos XX y XXI, que se exhibió durante el primer semestre de 2022 en el Museo Nacional de la Estampa (Munae), recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), se subsana una carencia bibliográfica sobre un género de la gráfica que no se había abordado de forma crítica, explicó en entrevista el investigador y curador Raúl Cano. La presentación se llevará a cabo el próximo jueves 13 de febrero, a las18:30 horas, con entrada libre.
Tanto la exposición del Munae como el catálogo, realizado con el apoyo de Talamontes Editores, son los primeros abordajes serios y abiertos sobre un tema que no se había atendido dentro de las propuestas curatoriales ni las investigaciones sobre la gráfica mexicana: el género de los oficios, detalló Raúl Cano.
Señaló que el catálogo se convierte en la “primera monografía que hace una reconstrucción histórica del género”, el cual incluye registro de las 270 piezas que se presentaron durante la exposición, algunas de ellas del acervo del Munae, y que reunió a más de 180 creadoras y creadores del siglo XX y contemporáneos.
Con los textos “Antecedentes a la exposición Mano de obra: breve cronología de los oficios en la gráfica mexicana posrevolucionaria”, de Raúl Cano y "La gráfica contemporánea en la exposición Mano de obra. Oficios en la gráfica mexicana, siglos XX y XXI”, de Karen Juárez, ambos curadores de la muestra, así como “Diferencias”, del crítico Juan Rafael Coronel, este volumen se convierte en una fuente primaria de consulta y divulgación, dirigida a académicos y al público en general.
Sobre el por qué no se había abordado este tema, detalló que, si bien es un género muy representado en la pintura, escultura y fotografía, donde hay algunos estudios desde el costumbrismo mexicano, en la gráfica se ha dejado de lado por la relación que esta práctica artística tuvo con el acontecer sociopolítico.
“Como sabemos, la gráfica mexicana se ha estudiado desde el punto de vista sociopolítico, como un arte de protesta, contestatario, que llegaba a las masas, dado su fácil reproductibilidad, ya que de una sola placa se podían sacar varias copias, y eso dio origen a que los carteles, los afiches, las hojas volantes que abordaban este género, quedaran sin la atención debida”.
En este sentido, mencionó que la gráfica se utilizó como panfleto político, y recordó que muchas agrupaciones artísticas, entre ellas el Taller de Gráfica Popular (TGP), hicieron una vasta producción orientada a las luchas sociales.
Resaltó que los oficios es uno de los géneros más importantes y recurrentes de la gráfica: son la representación de las actividades económicas, que sin ser de corte costumbrista, implican un tratamiento realista. “No hay exotismo, no es una cuestión del mexican curios”.
Para Raúl Cano, los oficios buscan representar cómo el obrero y el campesino, y los oficios en general, mantenían a flote la economía mexicana, es decir, ponían el acento en la cuestión laboral del mexicano.
Agregó que este género muestra distintas categorías y el catálogo hace la primera delimitación. Asimismo, evidencia cómo distintos oficios han cambiado o desaparecieron, “los aguadores fueron sustituidos por los vendedores de garrafones de agua purificada, pero también vemos cómo se relegaron oficios, entre ellos los picapedreros o los talabarteros. Se integraron otros oficios como los viene-viene, los vendedores ambulantes, los repartidores por aplicación o el home office, es decir, la gente que trabaja desde su casa con las tecnologías”.
Por otra parte, dijo que esta revisión crítica permite entender cómo cambia la representación de oficios que siguen existiendo: los mineros, los médicos e incluso, los grabadores. La prostitución también está representada, pero sin estigmatización, y puntualizó que, entre las obras reunidas, hay una rareza, “están representadas las personas que se dedican a limpiar los desagües de la ciudad”.
Sobre las técnicas, advirtió que las más recurrentes son la xilografía y el linóleo, la mayoría en blanco y negro. Sin embargo, los artistas contemporáneos integraron el color en grabado MDF, así como intervenciones. Sobre estas últimas, destacó piezas realizadas con linóleo y bordado, es decir, “el soporte ya no sólo es el papel, porque, incluso, se exhibió una jícara grabada, así como mantas en gran formato”.
Destacó que noventa por ciento de las obras contemporáneas, reunidas para la exposición y catalogadas, provienen de los acervos de los artistas, lo cual nos dice que es un género vigente y de interés. “En tanto que los oficios sigan existiendo, o aparezcan nuevos, serán abordados por los artistas”.
Finalmente, invitó al público a la presentación del catálogo, donde no sólo se podrá adquirir, sino que habrá una charla para abundar sobre el tema. Se realizará en el vestíbulo de este recinto y contará con la participación de Juan Rafael Coronel Rivera, Rebeca Barquera, Karen Juárez y Raúl Cano. Está dirigida a todo público.
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