El Galeón Emprende Nuevo Viaje, Ahora Como Teatro Abraham Oceransky

Por sus indudables aportes al teatro nacional, a partir de esta fecha el Teatro El Galeón llevará el nombre de Abraham Oceransky, quien es un hombre teatral en el más profundo y amplio término, dijo la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Lidia Camacho.

En la ceremonia oficial, señaló que la palabra galeón tiene tres acepciones: nave, cobertizo y depósito, las cuales describen muy bien a este espacio emblemático del Centro Cultural del Bosque.

Recordó que en un inicio el Teatro El Galeón fue una bodega de vestuario y después empezó a alojar todo lo que pueda concebirse como experimental o vanguardista. Desde 1972 ha transportado a generaciones de viajantes a los lugares más insólitos de la realidad y del deseo, aseguró.

Comentó que la primera obra montada en El Galeón fue Simio, representada en más de 400 ocasiones, la cual es necesario volver a ver para que los jóvenes se den cuenta de cómo se abrió una corriente tan importante y tan definitiva que ha marcado un hito en la historia del teatro.

En El Galeón, continuó, se han presentado todo tipo de obras, por eso es uno de los espacios más solicitados por la comunidad teatral.

Sobre el director de teatro y actor, la titular del INBA refirió que transformó este espacio e indudablemente ha dado su vida y pasión entera al teatro, por eso, desde ahora, el Teatro El Galeón será también conocido como el Teatro Abraham Oceransky.

Señaló que el dramaturgo y director teatral nunca limitó su imaginación y fuerza, de ahí que sus puestas en escena nos han quitado el sueño y nos ha entregado otras.

Oceransky, luego de develar la placa alusiva, dijo que es un soñador. Sueño cosas hermosas y desde que empecé a hacer teatro no he tenido pesadillas, ni tampoco sufro, a pesar de que hay cosas que me duelen.

En un discurso improvisado, el director teatral señaló que aún piensa en seguir construyendo teatros. He hecho muchos: la Carpa Alicia, el Estudio T, entre otros, pero pienso en muchos otros más.

Recordó que en 1972 vivíamos para el teatro y todos éramos teatro, por eso investigábamos todo el tiempo una palabra, un gesto, un movimiento, para iniciar una nueva posibilidad.

El egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA aclaró que los teatros no son tumbas y esto me da aliento para perseguir mi próximo sueño: seguir creando para ustedes porque el artista es un creador incansable, por eso hay que decirle a la gente que el teatro no es menor que los deportes. Sin cultura no hay país.

Recordó que "mi idea de hacer teatro surgió de un sueño infantil. Cuando era niño vi una película sobre un hombre que plantaba manzanas y así hacía que la gente se sintiera muy feliz. Quería hacer lo mismo, pero en teatro", dijo.

A la develación de la placa también asistieron las actrices Jesusa Rodríguez, Luisa Muriel, Paloma Woolrich y Gloria Núñez; el músico Antonio Zepeda y el coordinador nacional de Teatro del INBA, Alberto Lomnitz.

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