La puesta en escena de IN-Fieles es una de las favoritas en Bogotá, ya que han tenido varias temporadas en distintos teatros, y siguen llenando las salas. Con la presencia de Liliana González, Xilena Aycardi, Luly Bossa, Linda Lucia Callejas, Yolanda Rayo y Marcela Rojas, esta obra, escrita y dirigida por Juan Ricardo Gomez muestra una historia cómica de cuatro amigas que hacen una piyamada para poder hablar sin la presencia de sus maridos.
La idea es mostrar en esencia lo que hablan las mujeres cuando están solas, a través de graciosas anécdotas y canciones. Sin embargo, al ser escrita por un hombre, esta obra no puede estar mas lejos de la realidad. En una forma muy machista, hablan de todo lo que hacen para mantener a sus maridos felices en la cama, sin importar si va contra lo que ellas mismas quieren sexualmente.
Aunque el público se estaba divirtiendo, personalmente, fue difícil ignorar el hecho de que esta puesta en escena es una de las miles en las que un hombre escribe lo que piensa que las mujeres hacen, en vez de poner los pies sobre la tierra y escribir en un libreto una realidad. Por supuesto, esto significaría investigar y preguntarle a las mujeres sus historias y sentimientos reales, lo cuál no muchos escritores hacen. Los chistes se basan en la comedia que se ha repetido miles de veces en Colombia, que usan los valores de siglos pasados. Esta obra, y con ella todos los asistentes que se ríen, no se han dado cuenta que los tiempos han cambiado; que las mujeres estamos luchando por igualdad de genero, y que ya nuestro único objetivo no es simplemente hacer a un hombre feliz.
Aparte del sonido con problemas técnicos, los bailes que me recordaron a las presentaciones del colegio, los vestuarios innecesarios, y las canciones que simplemente alargaron la presentación, fue honestamente muy triste ver como Colombia tiene tanto problema en crear una comedia que sea más universal y respetuosa; que no se valga en la vulnerabilidad de una cultura que aun es machista para reiterar los comportamientos de los hombres y normalizarlos, haciendo de nuevo a la mujer solo un instrumento de satisfacción para su marido.
Aunque personalmente no recomiendo el show, si usted es de las personas que disfruta de una comedia musical que no le va a hacer pensar mucho y que está ahí para simplemente pasar el rato, compre sus boletas. Si llega temprano, puede disfrutar del fabuloso mall que acompaña el teatro y tomarse unas cervezas o cenar antes de entrar al show. El ambiente es cómodo y la atención es increíble. Esta obra aun está en temporada en el Teatro Belarte. Para mas información sobre horarios y tiquetes pueden acercarse directamente al teatro o ir a la página oficial del Belaire Plaza.
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