Oriundo de Torreón, Ramón Shade es fundador y director de la Camerata de Coahuila.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a través de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), presentan su tercer programa Puentes musicales bajo la batuta del director huésped Ramón Shade, quién fundó la Camerata de Coahuila en 1994.
Coahuilense nacido en Torreón, Ramón Shade realizó estudios en la Hochschule für Musik und darstellende Kunst (hoy Universität für Musik) donde fue discípulo de Karl Österreicher, en dirección de orquesta; Karl Etti, en dirección de ópera; Gunter Theuring, en dirección coral y Roswitha Heintze, en composición.
El programa comienza con la obertura de la ópera El rapto en el serrallo de W. A. Mozart, en la que la heroicidad de los salvadores se ve frustrada por la magnanimidad del jefe de los villanos. La obra está llena de vibrantes músicas de estilo turco (o, al menos, lo que en la época de Mozart se percibía como música turca en Viena), en las que las percusiones, flautas y trompetas toman el papel protagónico. Mozart ofrece su visión de la música turca desde la propia obertura, que es breve y compacta, con una sección central lenta basada en la primera aria del tenor. En su forma original, la obertura conduce directamente, sin pausa, a la acción de la ópera; para su interpretación en concierto, se añade una breve coda para redondear el discurso musical.
Como segunda obra, se interpretará una suite del ballet Pulcinella de Igor Stravinsky (1882- 1971), quien compuso la música entre 1919 y 1920, en los últimos meses de su estancia en Suiza. Una de las características principales de este ballet es que incluye canto, requiriendo la participación de una soprano, un tenor y un bajo. Con coreografía de Massine y diseños y vestuario de Picasso, Pulcinella se estrenó con gran éxito el 15 de mayo de 1920, en la Ópera de París.
La OSN dará fin a este programa con la Sinfonía núm. 100 en Sol mayor, Militar, de Franz Joseph Haydn (1732-1809). Además de ser rica, variada e históricamente importante, la obra sinfónica de Haydn ofrece una faceta adicional que, si bien es trivial, no deja de ser divertida: un número significativo de sus sinfonías llevan curiosos sobrenombres. Algunos de ellos son originales y datan de la época en que las sinfonías fueron compuestas, mientras que otros son posteriores y, generalmente, tienen poco que ver con la música. A manera de muestrario, se presenta una lista de los sobrenombres asociados con 34 de las 104 sinfonías de Haydn:
Lukavec, La mañana, El mediodía, La tarde, Júpiter, El filósofo, Lamentación, Brukenthal, Aleluya, Hornsignal, Eco, El puño, Mercurio, Fúnebre, Los adioses, María Teresa, La pasión, Imperial, El maestro, El fuego, El distraído, La Roxelane, Tempora mutantor, Laudon, La caza, El oso, La gallina, La reina de Francia, Oxford, Sorpresa, El milagro, Militar, El reloj, Redoble de timbal, Londres.
La Sinfonía No. 100 (Militar) de Haydn fue ejecutada por primera vez en Londres el 31 de marzo de 1794. En el segundo movimiento de esta obra, el compositor utilizó materiales provenientes del Romance de uno de sus conciertos para un extraño instrumento conocido como lira organizzata, pariente cercano del hurdy-gurdy, zanfoña, chifonia o viola de rueda.
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