A partir de la unión de artistas músicos dedicados al género klezmer, se crea la orquesta KBB, Klezfiesta Buenos Aires Band, con la intención de convertirse en la Orquesta Oficial del EMMKA (Encuentro Mundial de Música Klezmer en Argentina), festival internacional conocido como "KLEZFIESTA" y que ya tiene tres ediciones anuales realizadas a partir de 2008. La banda, que debutó con 9 músicos en la 3er Edición de Klezfiesta, llevada a cabo en octubre de 2010; cuenta actualmente con 10 músicos, y es una orquesta muy ecléctica que conjuga diversos subestilos del género, con recursos camarísticos y orquestales, interpretando principalmente el repertorio clásico y tradicional, aunque también incursiona en las composiciones más modernas, expresando así todos los estados de ánimo y atmósferas que sugiere esta música.
La KBB es una creación del mismo fundador y director del EMMKA/Klezfiesta, Pedro Banchik, un investigador que ha incursionado en las profundidades de este género milenario que en los últimos 30 años ha aflorado con mucha fuerza en todo el mundo, preferentemente en Europa y América del Norte, pero actualmente, desde hace unos 5 años en Latinoamérica y también países como Japón y China.
Klezfiesta Buenos Aires Band aspira a ser la banda de música klezmer de Buenos Aires, una referencia de la música judía en la Argentina, y entre sus integrantes tiene una cantante. El resto de los músicos ejecutan los instrumentos más variados de un amplio repertorio de música tradicional judía, y algunos de sus fans la llaman la "Conservatory" de Argentina, haciendo referencia a la emblemática KCB, Klezmer Conservatory Band, orquesta referente de los inicios del renacimiento de la música klezmer en los Estados Unidos a fInes de la década del '70.
Es una orquesta que tiene un sello claramente judío, que se percibe al escuchar tanto la influencia del jazz en klezmer norteamericano, como los ingredientes que se inspiran en el shtetl europeo (aldea judía), mientras que también las influencias locales han sido heredadas de la gran inmigración judía del Este de Europa, que llegó al país hace más de un siglo atrás.
La Música Klezmer se caracteriza por ser un género alegre y festivo. Su carácter de “alegre” es identificado fácilmente por aquellos que la escuchan por primera vez y se ven atraídos por su ritmo.
Debido a sus característicos ritmos festivos, descontracturados y energizantes, -aunque también conserva un pequeño espacio para la nostalgia- la Música Klezmer no se asocia o se identifica con algún público específico, ni con segmentos de edades o de clases sociales:
Cautiva a públicos muy jóvenes y provoca el regocijo de otras audiencias totalmente heterogéneas, no solo en un amplio rango que incluye a todas las edades y segmentos sociales, sino que desde Europa donde tiene sus raíces y su origen, cruza fronteras y traspasa idiomas, incorporando adeptos en todo el Mundo.
Es un género muy abarcativo en cuanto a estilos e influencias, precisamente porque su origen se remonta a varios siglos atrás, cuando surge en el seno de la Comunidad Judía de Europa Oriental, y a partir de aquí y a través del tiempo, va incorporando ingredientes de músicas de otros orígenes dentro de la vasta comunidad europea, adoptando influencias eslavas, búlgaras germánicas, balcánicas, rumanas, de música gitana, griega, árabe y turca.
Quizás sea esta la razón por la que el género Klezmer es incorporado por los más variados públicos multiculturales de todo el Mundo: engloba la fusión de diferentes ritmos y estilos multiétnicos, sin perder la esencia festiva de su origen que la caracteriza.
Es por ello, que hoy día se la denomina en varios lugares como la Música del Mundo.
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