The performances are on 15-16 June.
¡Se abre el telón!
Pero, ¡vaya sorpresa!, no vemos ninguna escena grandilocuente de danza, sino una serie de barras de ballet junto a las cuales una solitaria bailarina hace estiramientos.
La Tía Mirta, una integrante del público que ha traído a ver ballet a sus dos sobrinos, queda boquiabierta al encontrarse con ese panorama y decide tomar la iniciativa. Consulta con el resto de los miembros del público y decide ofrecerse para averiguar qué está pasando.
Recorre varios pasillos del Teatro hasta lograr llegar al escenario. Allí se encuentra con que muchos otros bailarines han llegado y conoce a Edgardo. Él es un maestro de danza que le explica que lo que está por empezar es una clase de ballet y no una función de ballet.
¿Una clase? ¿Acaso no saben bailar ya?
Edgardo decide invitarla a quedarse en el escenario y con la ayuda de los bailarines le muestra, a ella y al resto del público, cómo es su rutina, cuál es el objetivo de cada parte de su trabajo físico y, finalmente, bailan para ella una selección de famosos cuadros de danza.
¡A Bailar!
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