A pesar de la multitud de personajes y situaciones, el argumento es simple: el eterno fluir de la vida. Se basa en Les contes fantastiques d’Hoffmann, pieza teatral de Jules Barbier y Michel Carré, quienes se inspiraron en algunos de los cuentos del alemán E.T.A. Hoffmann. En una noche de borrachera en la ciudad, Hoffmann cuenta cómo cortejó y perdió a tres muchachas, sus amores imposibles: Olympia, muñeca mecánica que sólo él cree realmente humana; Giulietta, la cortesana que le roba su reflejo en un espejo; y Antonia, una joven que canta hasta, literalmente, morir.