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Pocos musicales logran el nivel de poesía que alcanza Frustrados en Baires. Dirigida por Valeria Ambrosio y con música de Charly García, esta obra refleja las dificultades que supone llegar a triunfar en una gran ciudad. En este caso, el foco está puesto dentro del ambiente artístico: los protagonistas son, por un lado, cuatro artistas que no logran poder vivir de lo que aman, y por el otro, cuatro personajes que encarnan el poder a modo de coro griego y les ponen piedras en el camino constantemente a los frustrados.
Esta realidad maniquea instala desde la estructura misma de la obra una visión dicotómica del arte, o al menos eso es lo que se genera en el espectador a través del juego entre el sentido esencialmente poético del escenario y lo burdo de algunas imágenes que se suceden en la pantalla ubicada en una de las esquinas superiores de la escenografía. Esos videos, que contrastan tan violentamente con algunos momentos de mucha belleza en escena, y en ese aspecto pueden molestar o sobrar, también colaboran en la construcción dual de los espacios: en el escenario está el arte, en las pantallas está el resto (la vulgaridad, la corrupción, el exceso...).
Los ocho integrantes del elenco realizan un trabajo digno y emocional. Los cuatro frustrados atraviesan un camino mayormente triste, pero con momentos de gran ilusión y de mucho vuelo artístico. Los integrantes del coro, en tanto, tienen doble mérito: cada uno sostiene a la perfección la actitud soberbia y arrogante de sus personajes, y además se ponen al hombro la interpretación musical de algunos temas al ocupar también el rol de músicos -tocan sobre pistas en ciertos momentos de la obra, y funcionan como banda de rock en los bises-.
La música de Charly García es una de las garantías que ofrece Frustrados en Baires. Los arreglos musicales y corales de
Gaby Goldman y Gabriel Giangrante, respectivamente, son de una complejidad y un nivel altísimo que vuelven aún más interesante, riesgosa y fructífera la apuesta de Valeria Ambrosio. Las coreografías de Sebastián Codega, por su parte, encajan como piezas de un rompecabezas infalible en este universo de expresión y sentimiento.
En la dirección de Ambrosio está la clave de la grandeza de este musical. Fiel a su estilo, prioriza lo visual y la expresión artística por sobre el libro, casi inexistente, porque las escenas se estructuran en su mayoría en base a coreografías, canciones o movimientos. Hay tal vez un desequilibrio entre la primera parte de la obra, en la que la palabra hablada está palpablemente más presente que en el resto de las escenas. Pero no se lamenta la falta de libro, sino todo lo contrario. Las canciones y la apuesta a las imágenes (no las de la pantalla, sino las que se ven en escena) bastan para atrapar al público, que transitará por un camino de emoción, incomodidad, relajo, perturbación, y tantas otras sensaciones que surgen de este espectáculo.
Jueves a domingos. Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131). Entradas desde 80$.
Frustrados en Baires
Elenco: Luz Cipriota, Elis García, Juan Gentile, Mariana Jaccazio, Esteban Masturini, Juan José Marco, Belén Pasqualini, Roberto Peloni
Dirección General: Valeria Ambrosio
Dirección Musical y Arreglos: Gaby Goldman
Arreglos Corales: Gabriel Giangrante
Coreografía: Sebastián Codega
Idea Original: Bruno Zampardi
Producción Ejecutiva: Constanza Miguel
Diseño de Iluminación: Juan García
Diseño de Vestuario: Marcelo Giaccobe
Escenografía: Ana Repetto
Diseño de Sonido: Rodrigo Lavecchia
Producción general: Maxi Ambrosio
Crédito fotográfico: Fotos: Fuentes2Fernandez Fotografías
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