Fun Home llegó a la Argentina para romper moldes y derribar barreras. Este musical, que aborda la diversidad y el crecimiento a través de los ojos de una familia con varios asuntos a resolver (como los tienen casi todas), deshace también prejuicios que tienen que ver con el género.
Con momentos intimistas, espaldas a público, una protagonista desdoblada en tres y una música hermosa que no aleja a pesar de su complejidad, Fun Home se atreve a meterse con humor y amor en terrenos difíciles.
El elenco se embarca sin peros en la misión de contar cruda y entrañablemente la historia (verídica) de Alison Bechdel y su padre.
Se agradece el peso y la calma de Natalia Cociuffo y Christian Gimenez, la sensibilidad y la silenciosa pero presente mirada de Nina Fernandez, y la calidez y el entusiasmo de Mora Fernandez, que enamora con su hermosa voz.
Párrafo aparte para los niños del elenco que, inmersos en una historia que podría quedarles grande o lejana, no sólo acompañan, sino que juegan y se divierten a lo largo del camino. Nico Sosa y Renato Códega Rossi toman sin miedo su lugar y provocan ternura y carcajadas cuando llega su momento. Aplausos de pie para Emma Prícolo, que arranca la obra solita y sostiene a esta Alison pequeña con su voz dulce y su mirada inteligente.
Fun Home propone un desafío para los amantes del musical. ¿Cómo acercar a la audiencia esta obra que es llevada adelante por la música, pero no tiene grandes números con fuegos artificiales para entretener al espectador? ¿Cómo enfrentarse a verdaderamente DECIR, y atenerse a los momentos chiquitos que propone y necesita esta historia para calar hondo en quienes la vemos? Andy Marcó adaptó lo que en Broadway era una puesta 360° con un escenario giratorio a un espacio teatral más convencional, y allí radica el mayor desafío. Si bien es más difícil sentir la cercanía y la pertenencia desde esta disposición tradicional, el público no dejó de emocionarse y reír empatizando junto a esta familia quebrada que esconde su caos puertas adentro. A Andy hay que agradecerle, sin lugar a dudas, el haber tomado el riesgo de traer esta historia diferente, y de ponerse al hombro la enorme tarea de mostrar en primera plana un lenguaje poco visto en Argentina, donde lo grandilocuente y lo íntimo convergen para emocionarnos a través de un cuento que, de una manera u otra, es el de cada uno de nosotros.
Todos los Martes 20hs en el Multiescena. ¡No dejes de verla!
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